El retraso en las plantaciones de calabacín y pepino ecológico en Almería y el final anticipado de las producciones del centro y norte de Europa, han provocado una falta de abastecimiento en los mercados, haciendo que los precios de estos productos se hayan disparado.
“Para la campaña 2022/2023 hay entre un 10 y un 15% menos de superficie plantada de calabacín, que los agricultores han cambiado principalmente por el cultivo de tomate, tras los buenos resultados de la campaña pasada. Y es que, la superficie plantada de tomate llevaba más de 5 años decreciendo en Almería por la baja rentabilidad económica fruto de la alta competencia con países terceros”, cuenta José Manuel Escobar, gerente de LQA Thinking Organic, empresa almeriense con sede en el Ejido, especializada en el cultivo de calabacín y pepino ecológicos.
Además, el clima ha sido excesivamente caluroso y seco en el los países productores del norte de Europa, incluyendo a Reino Unido, mientras que en Almería, se plantó pepino y calabacín más tarde de lo habitual por el temor a las plagas de mosca blanca y los virus”, explica “Estamos hablando de entre 4 y 6 semanas de oferta limitada de estos productos en los mercados, periodo en el que los precios han escalado a niveles muy altos que prevemos empezarán a normalizarse alrededor de dos semanas”, añade.
De acuerdo con el productor y comercializador, en años como este, en el que la inflación está repercutiendo en el poder adquisitivo de muchas familias, es importante que los precios no sean prohibitivos, ya que corremos el riesgo de que se vea afectado el consumo.
“Cuando los precios se disparan de esta forma, se resiente el consumo. Ya se ha visto en el pepino ecológico en las primeras semanas de este mes de septiembre, en el que ha habido más demanda de producto convencional que de bío"
"Tenemos muchas incógnitas de cara a esta campaña de otoño e invierno, en la que la demanda de productos frescos podría disminuir, sobre todo en los productos bío. “Esta va a ser una campaña compleja para todas las partes de la cadena de suministro, por eso, más que nunca será fundamental tener una comunicación muy fluida entre proveedor y cliente y cerrar a precios lo más razonables posible”, señala José Manuel Escobar.
Aunque, a excepción del mes de julio, LQA Thinking Organic produce calabacín durante todo el año, son los meses de diciembre, enero y febrero en los que disponen de más volúmenes. “Planificamos las producciones acorde a la demanda y necesidad de nuestros clientes, que suele ser más alta en los meses de invierno. Nos especializamos mucho en calabacín y pepino, lo que nos permite lograr un producto de calidad extra, con una gran vida útil y unas cualidades organolépticas inigualables, además cultivado de forma eco-sostenible y con técnicas de economía circular. Afortunadamente, el calabacín es un producto por el que las cadenas centro y norte europeas han apostado en los últimos años y cuyo consumo ha aumentado”.
“Alrededor del 90% del volumen que producimos se lo lleva el 30% de nuestros clientes del retail, principalmente en Reino Unido y Alemania. El resto lo vendemos a un gran número de compradores coyunturales más pequeños en Francia y Países Bajos principalmente. Centrarnos en programas cerrados a clientes fijos, estables y con continuidad nos permite ofrecer un suministro más personalizado durante todo el año y optimizar los procesos de producción”, indica José Manuel Escobar.
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