El exigente marco legal existente en España para el uso de productos fitofarmaceúticos para la desinfección de los suelos contrasta con la laxitud de otros países como Italia, Grecia o Portugal, poniendo contra las cuerdas a un sector clave en la provincia de Huelva: el de las berries. Y es que mientras la prohibición viene impuesta desde Bruselas y las autoridades españolas son estrictas en su cumplimiento, otros países han aprobado excepciones que permiten a sus agricultores salvar las limitaciones.
La desinfección del suelo cada campaña es un proceso fundamental, porque las bacterias afectan al crecimiento de las plantas; si no se efectúa, se reduciría la calidad de la fruta producida, así como a la productividad, lo que se traduciría en una pérdida de competitividad. Sin embargo, en estos momentos hay escasas alternativas rentables y realmente efectivas a la desinfección química.
Un agricultor de la provincia es muy claro: "Si no podemos desinfectar los suelos lo tenemos que dejar". De hecho, si no se desinfecta, la probabilidad de una planta de fresa de enfermar "es del 90%". El impacto económico de la eliminación de estos desinfectantes es de "un 30-40% por la pérdida de producción, lo que implica elevar el coste de la fruta ese mismo porcentaje para mantener su viabilidad", alertan agricultores de la provincia.
Las berries españolas serían así más caras y sufrirían una competencia desleal con países como Portugal, Grecia o Italia donde se cultivan sin limitaciones. Por ello, Freshuelva, como principal representante de los productores, exige al Gobierno que aplique el mismo marco normativo que otros países.
Ante esta situación, Huelva mira con recelo a los países vecinos, sobre todo Portugal y Marruecos, donde ya se han trasladado muchas empresas, intentando evitar más fugas en el futuro de un sector que genera 100.000 puestos de trabajo en campaña y otros 20.000 de forma permanente.
Fuente: sevilla.abc.es