"Dada la estructura de costes de los champiñones, los precios de producción se ven muy afectados por el aumento de los costes de energía, embalaje, transporte y mano de obra", explica David Morange, director de operaciones de Groupe Bonduelle, que adquirió France Champignon en 2021. "El extraordinario contexto inflacionista obliga a revisar la forma de administrar las empresas. Tenemos que tener los indicadores adecuados en todo momento y ser ágiles en todos los frentes".
El impacto del aumento de los precios de la energía y el gas es significativo. "La energía representa una parte importante del coste de producción de los champiñones. La evolución de los precios del gas y la electricidad es un tema importante para los próximos meses".
En cuanto a la competencia exterior, el aumento de los precios de la energía no significa que los champiñones franceses se enfrenten a una mayor competencia de productos importados que antes. "El impacto de la inflación no es mayor en Francia que en otros países productores, y los costes de producción evolucionan con fuerza en todas partes. Queda por ver cuáles serán los nuevos equilibrios al final".
En cuanto a la exportación, la gestión del transporte es cada vez más complicada. Pero la principal expectativa para los próximos meses se refiere a las tendencias del mercado. "Tras las diversas crisis pasadas, como la de COVID, y las actuales, como la inflación y los costes de la energía, hay una pérdida de puntos de referencia. El reto es tomar las decisiones correctas en un entorno inestable".
El negocio se recupera
Actualmente, la demanda de champiñones está aumentando. "Después de un verano muy tranquilo en cuanto a ventas, que se explica sobre todo por las altas temperaturas, que siempre son poco propicias para el consumo de champiñones, la actividad parece que vuelve a tener un ritmo correcto, tanto los champiñones frescos como los congelados y en conserva. David añade que el consumidor francés sigue prefiriendo los champiñones locales. "El origen es un elemento importante para la mayoría de los consumidores por diferentes razones: el impacto del carbono del transporte, la seguridad alimentaria, pero también la preferencia por la actividad local o nacional".
En cuanto a los champiñones frescos, la ley AGEC pone fin al uso de plástico en los envases de champiñones a partir del 1 de enero de 2025. "Por tanto, estamos trabajando en este tema para estar preparados para hacer este cambio ecológico".
Para más información:
David Morange
France Champignon – Groupe Bonduelle
[email protected]
www.francechampignon.fr