Hace ya más de diez días que comenzó la huelga en varias refinerías y depósitos de combustible de Total Energie y Esso en Francia. Como resultado, cada vez más estaciones de servicio se enfrentan a la escasez de combustible, lo que provoca largas colas y miedo entre los automovilistas.
Los transportistas también se ven afectados, aunque por el momento la situación es manejable. "Tenemos tanques en nuestro depósito y hemos conseguido abastecernos, pero sigue siendo muy complicado. Tenemos que hacer muchas llamadas, contactar con los proveedores todos los días, y con la escasez, los precios suben inevitablemente. Normalmente deberíamos recibir un tanque esta semana. Así que, por el momento, no hay escasez, pero esta situación tampoco debería durar demasiado", informa Frédéric Lebatteux, de la empresa Primever Normandie, que recoge la mercancía principalmente en la Mancha, pero también en Calvados, para enviarla a toda Francia. "Aunque toda Francia está afectada por este problema, nuestros compañeros del norte se han visto especialmente afectados con importantes problemas de abastecimiento", añade.
Una situación que podría agravarse rápidamente si no se llega pronto a un acuerdo entre los trabajadores y las empresas petroleras. "El problema es que el anuncio de la escasez se ha amplificado en los medios de comunicación. Todo el mundo se apresura a las estaciones para no quedarse sin combustible, lo que acentúa la escasez. Así que, si no salimos de este problema rápidamente, el resto podría ser complicado".
La dirección de TotalEnergies propuso adelantar a octubre las negociaciones previstas inicialmente para noviembre, con la condición de que se detenga la huelga. Esta propuesta será estudiada esta semana por los empleados descontentos, que reclaman un aumento salarial del 10%.