Los productores de fresas están lidiando con enormes aumentos de costes, lo que les obligará a ajustar su estrategia de cultivo para la próxima temporada, y los consumidores tendrán que apretarse el cinturón, por lo que no comprarán fresas tan a menudo. Los analistas de Rabobank prevén que esta combinación podría hacer que las fresas vuelvan a ser un producto de temporada.
El suministro de verano aumenta, el de invierno disminuye
En los últimos años, la producción holandesa de fresas cultivadas en invernaderos ha ido aumentando de forma constante, mientras que la producción de fresas al aire libre ha disminuido. De enero a mayo, las fresas de invernadero cultivadas localmente conviven con las importadas, principalmente de España. El precio de la fresa cultivada localmente es considerablemente más alto y va dirigida a un grupo objetivo diferente al de la fresa importada.
La producción holandesa de fresas al aire libre comparada con la de invernadero y túneles. Fuente: CBS, Rabobank, 2022
Debido a los altos precios de la energía, la producción de fresas de invernadero en el noroeste de Europa durante los meses de enero a abril de 2023 será significativamente menor que en los últimos años. El director de la cooperativa Hoogstraten, Hans van der Hallen, también advirtió esto recientemente en VILT. Febrero, en particular, parece que será un mes difícil para la cosecha de invierno, dados los actuales precios de la energía.
Entre enero y abril, la oferta se limitará en gran medida a las fresas de importación, según predicciones de Rabobank. En cuanto a las importaciones, no se espera ningún cambio importante en la oferta. Los productores españoles tienen pocas oportunidades de aumentar la superficie, ya que el agua y la disponibilidad de personal suponen un gran reto. Tampoco quieren arriesgarse a ampliar la producción de forma masiva debido al aumento de los costes y a la amenaza de un descenso de las compras de los consumidores.
En cambio, durante mayo, junio y julio, los analistas cuentan con una mayor oferta de fresas, ya que ingresarán al mercado tanto las fresas locales de invernadero como las procedentes de cultivos al aire libre. En algunas semanas, esto podría ejercer presión sobre los precios. Pero, como siempre, el alcance dependerá en gran medida de las condiciones meteorológicas.
Un precio por kilo alto
Desde el punto de vista del consumidor, las fresas ya se venden a precios más altos que muchos otros productos. Rabobank, por ejemplo, compara los precios de las fresas con los de otras frutas y afirma que el precio del kilo de fresas es el doble de la media.
En los Países Bajos y el Reino Unido, la fresa es la tercera fruta más importante en términos de volumen de ventas, y la cuarta en Alemania. Se compran muchos kilos de fresas a un precio relativamente alto.
Compras de fresas a través del canal minorista en los Países Bajos, Alemania y el Reino Unido. Fuente: Kantar, GFK, GroentenFruit Huis, 2022. Nota sobre las cifras: las de 2022 son una estimación basada en las cifras del primer semestre. Las cifras del Reino Unido se basan en las 52 semanas previas al 7 de agosto. Los precios se expresan en euros/kg para los Países Bajos y Alemania y en libras esterlinas/kg para el Reino Unido.
Las fresas tienen un precio por kilo más alto que las manzanas, las naranjas y las bananas, por ejemplo, debido a sus mayores costes de producción. Esto hace que, en teoría, el producto sea más vulnerable a cambios en los hábitos de compra cuando los precios suben o los consumidores tienen menos capacidad de gasto.
En el Reino Unido, los analistas observan que las compras de fresas frescas han descendido recientemente tras años de aumentos. "No obstante, debemos ser cautos a la hora de identificar causas y emitir conclusiones en base a estas cifras", escriben Cindy van Rijswick y Arne Bac. "Debido a la pandemia del coronavirus y a los cierres de restaurantes, 2020 y 2021 no fueron años normales y, por tanto, no sirven para hacer comparaciones. Además, la libra esterlina se ha estado depreciando desde abril de 2022 y esto encarece las fresas importadas en el Reino Unido".
En los Países Bajos y Alemania, las compras de fresas en los supermercados han aumentado durante el primer semestre de 2022 en comparación con el mismo periodo del año anterior. Y ello a pesar de la supresión de las restricciones a la restauración y de la reducción de la renta disponible. En este caso, los precios de las fresas pueden haber influido. Las fresas fueron más baratas en el primer semestre de este año que en el anterior.
Precio medio de las fresas en el canal minorista en los Países Bajos, Alemania y el Reino Unido. Nota sobre las cifras: 2022 es una estimación basada en las cifras del primer semestre. Las cifras del Reino Unido se basan en las 52 semanas previas al 7 de agosto. Los precios se expresan en EUR/kg para los Países Bajos y Alemania y en GBP/kg para el Reino Unido. Fuente: Kantar, GFK, GroentenFruit Huis, 2022.
Existe una correlación entre los precios de las fresas y las compras de los consumidores
El mayor impacto de la inflación y de la caída de la renta disponible solo lo veremos en el último trimestre de 2022 y en los primeros meses de 2023; una época en la que se compran relativamente pocas fresas. Aunque las fresas frescas están disponibles todo el año, sigue siendo un producto de temporada, según el banco.
En los Países Bajos, casi el 40% de las fresas se venden en los dos meses principales (mayo y junio). En Alemania, incluso ronda el 55%. En Rabobank esperan que la situación actual refuerce el carácter estacional de las fresas. Así pues, una proporción aún mayor de fresas se venderá cuando la oferta sea alta y los precios sean, en general, más bajos. Tras comparar el volumen de ventas de fresas y los precios de los supermercados en los últimos cinco años en los Países Bajos, el Reino Unido y Alemania, los analistas concluyen que existe una correlación negativa. Así, cuando los precios son más altos, se compran menos fresas.
A largo plazo, al banco no le preocupa la popularidad de las fresas y otros frutos rojos. Los frutos rojos son cada vez más populares desde hace años. Este crecimiento se está produciendo, en parte, a expensas de productos tradicionalmente populares, como las manzanas y las bananas. "No esperamos el fin de esta tendencia, sino más bien un cambio (temporal) en, por ejemplo, la elección del canal de compra de las fresas y los momentos de compra, en especial durante las promociones".
Lo que los analistas esperan que ocurra en una situación de crisis para los productos alimentarios en general es que los consumidores reduzcan el gasto, cambiando tanto de canales como de productos. "El gasto se está desplazando en parte del canal de servicios alimentarios al canal minorista, pero también de la tienda especializada al supermercado y del supermercado al supermercado de descuento. La cuota de mercado de los supermercados de descuento en los Países Bajos y el Reino Unido, por ejemplo, aumentó durante 2022. Al rebajar los productos, los consumidores compran más ofertas, variantes más baratas o envases más pequeños".
El comportamiento de los consumidores sigue siendo muy difícil de predecir, según advierten los analistas. Por ejemplo, las compras de manzanas por parte de los consumidores disminuyeron en el primer semestre de 2022, a pesar de que eran más baratas en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Mucho ajetreo en el día a día, pero bastante estabilidad de un año a otro
El sector de la fresa está acostumbrado a grandes fluctuaciones, a veces bruscas, en la oferta, la demanda y el precio. En ese sentido, 2023 será otra temporada anormal "normal". La novedad son los grandes aumentos de costes para los productores y otros eslabones de la cadena. "Es algo que no hemos visto antes a esta magnitud y que esperamos que sea el mayor reto de cara al próximo año. Incluso mayor que los cambios de la demanda en el mercado".
Mirando más allá de una sola temporada de cultivo, los analistas esperan bastante estabilidad en un mercado en el que los precios medios en origen de toda la temporada no suelen variar mucho de un año para otro. "El gran desafío en este sector sigue siendo responder al ritmo trepidante del día al día en la medida de lo posible, por ejemplo con promociones atractivas cuando la oferta es alta, sin perder de vista las perspectivas a largo plazo".
Los productores ya están recurriendo en amplia medida a las distintas estrategias de mitigación de riesgos. Por ejemplo, con cooperación dentro de la cadena, permitiendo que socios absorban parte de los aumentos de costes, combinando diferentes sistemas de cultivo (invernadero, estanterías, al aire libre, etc.) o realizando combinaciones con cultivos distintos. Otras medidas que pueden contribuir a reducir el riesgo son la automatización, el cultivo basado en datos, el cultivo de diferentes variedades, el cultivo sin tierra (en sustrato), o el uso de túneles e invernaderos para obtener una producción más predecible.
Fuente: Rabobank