Se prevé que la producción comercial de uva de mesa en Egipto en la temporada 2021/2022 (octubre-septiembre) alcanzará los 1,48 millones de toneladas, lo que supone un aumento del 3% o de 45.000 toneladas respecto al año anterior. Este año se espera que las condiciones meteorológicas sean favorables y contribuyan a la estabilidad de la producción.
La vid es uno de los cultivos frutales más adecuados para los suelos arenosos y las tierras regeneradas, así como para las tierras egipcias más antiguas, tradicionalmente cultivadas junto al río Nilo. Por esa razón, existen cultivos de uva de mesa en todo el país. En Egipto no existe una producción no comercial de uvas, por lo que las estimaciones de producción de uva de mesa en Egipto representan únicamente el uso comercial.
La uva de mesa ocupa el segundo lugar, después de los cítricos, en cuanto a volúmenes de producción en Egipto. El cultivo de la uva se extiende geográficamente desde Alejandría, en el norte, hasta Asuán, en el sur, lo que, combinado con la producción de uvas de maduración temprana y tardía, permite la disponibilidad prolongada de uvas de mesa frescas en el mercado desde mayo hasta noviembre. Sin embargo, dos zonas en particular, Behira y El-Sadat, representan la inmensa mayoría de las exportaciones de uva a la Unión Europea, el mayor mercado de uva de mesa de Egipto.
Behira representa alrededor del 40% de la superficie total de uva en Egipto y el 18% de la producción total. Las condiciones meteorológicas, los tipos de suelo y la tecnología de producción son los principales factores que hacen que la uva de mesa pueda cultivarse en todo Egipto.
La temporada de plantación comienza la primera semana de febrero. La plantación se realiza mediante esquejes, que se plantan en bolsas negras de polietileno, rellenas con una mezcla de musgo de turba y arena, y se almacenan en invernaderos antes de trasladar los plantones al campo abierto. Las vides empiezan a dar fruto en su tercer año.
La temporada de cosecha en Egipto para las variedades tempranas comienza a finales de mayo y termina en septiembre. La cosecha de las variedades tardías comienza a finales de junio y termina en noviembre. Las variedades sin semillas Thompson y Flame dominan la producción, ya que siguen siendo populares en el mercado de la UE, el principal importador de uvas egipcias (véase la figura 1). Sin embargo, los productores se están expandiendo hacia variedades de mayor valor para abastecer a otros mercados y satisfacer la evolución del paladar de los consumidores de todo el mundo. Entre estas otras variedades, las más populares son Early Superior, Superior y Roomy.
Los productores afirman que la uva es uno de los cultivos más caros. En 2022, los sectores informan de un aumento de entre el 35 y el 40% en los costes de cultivo, hasta alcanzar casi los 28.000 dólares, debido a los problemas de liquidez del dólar estadounidense y a la elevada inflación. En 2020, una hectárea de uva costaba inicialmente unos 15.000 dólares, sin incluir los costes de la tierra. En 2021, los precios aumentaron un 30% debido a las interrupciones de la cadena de suministro relacionadas con la pandemia de COVID-19, que limitaron la disponibilidad de ciertos insumos.
En Egipto, las inversiones en la producción de variedades de uva de alto valor suelen ofrecer buenos rendimientos, especialmente para los productores que se dirigen a los mercados de exportación. Sin embargo, debido a la devaluación de la libra egipcia –FOREX EGP 20,27 por USD (1,00)– los altos costes de los insumos disminuyeron mucho los ingresos. Se prevé que la superficie cultivada se mantenga sin cambios debido a la alta tendencia del cultivo de la uva. El aumento de las tierras de producción se ha traducido en una reducción de la superficie cultivada debido al aumento de los costes y a la reducción de los ingresos.
Consumo
Está previsto que el consumo interno de uva fresca en la campaña 2022/2023 sea de 1,3 millones de toneladas, un aumento del 2% respecto al nivel de consumo del año anterior, que fue de 1,27 millones de toneladas. El mercado local de la uva es un mercado importante para los productores porque las importaciones de uva no son muy elevadas y las pérdidas son bastante considerables, lo que repercute en la disponibilidad total. Los grandes productores orientados a la exportación y los pequeños viticultores que producen principalmente para el mercado local experimentan grandes disparidades en el acceso y el uso de los recursos de producción, la financiación y la tecnología. Además, la investigación y el desarrollo inadecuados, la falta de una cadena de frío y de infraestructuras de comercialización, y la insuficiente coordinación entre las partes interesadas de la cadena de valor suponen un riesgo para la calidad y la productividad de la uva, lo que limita las exportaciones únicamente a los productores que pueden realizar grandes inversiones.
Comercio
Se estima que las exportaciones alcanzarán las 180.000 toneladas en la campaña 2022/2023, un 5,8% más que el año anterior. Los países de la UE y el Reino Unido fueron el principal destino de las exportaciones en la temporada 2022, con un 58% del total. Otros mercados importantes son Rusia y Arabia Saudí, con el 23 y el 10% de la cuota de mercado de exportación, respectivamente.
Egipto importa muy pocos volúmenes de uva de mesa. En la campaña 2022/2023, se espera que las importaciones se reduzcan en un 18% hasta las 6.500 toneladas, lo que supone un descenso de 1.500 toneladas en comparación con la temporada 2021/2022. La reducción de las exportaciones se atribuye a las condiciones económicas actuales de Egipto en lo que respecta a los desafíos de la liquidez del dólar estadounidense, las altas tasas de inflación y la inestabilidad de los procedimientos de importación.
Egipto importa principalmente uvas de mesa de Sudáfrica, España, Australia, Italia y pocos volúmenes de Estados Unidos, y las importaciones suelen cubrir la ventana en la que no hay producción nacional. Las uvas de mesa importadas suelen venderse a precios muy elevados en tiendas especializadas.