En contra de las expectativas, 2022 ha resultado ser un año muy bueno para los pepinos. Los productores neerlandeses desplazaron sus cosechas debido a los altos precios de la energía, pero los bajos precios provocados por el exceso de oferta en determinados momentos no se materializaron. Sin embargo, la crisis energética tuvo otro efecto negativo: la calidad del pepino holandés fue mucho menor.
Martin Scherpenhuizen, director de la comercializadora de productos del mismo nombre, reveló su preocupación por la calidad del pepino holandés el miércoles 9 de noviembre, durante el Cucumber Event de BASF Vegetable Seeds, en el que dio su visión del mercado del pepino. "Si se ofrece una calidad tan mediocre en verano, no se tiene ningún carácter distintivo y no se puede hablar de una buena cosecha de invierno".
Martin compartió sus ideas durante el Cucumber Event, organizado por BASF Vegetable Seeds el 9 de noviembre en el Philips Stadion de Eindhoven.
Precios elevados
Antes de la temporada, se acordaron en el sector precios fijos de 28, 29 y 30 céntimos por pepino. Sin embargo, el precio unitario resultó ser mucho mayor. Martin ha observado precios de entre 40 y 50 céntimos de euro y considera que es un año muy bueno para el pepino desde el punto de vista económico. En respuesta a un comentario de los asistentes que afirmaba que los pepinos eran todavía 15 céntimos demasiado baratos para que la cosecha resultara rentable, Martin compartió: "Como copropietario de una empresa holandesa de pepinos, también conozco los números del lado del productor. Los rendimientos son realmente buenos".
Quejas
Sin embargo, en cuanto a la calidad del producto, Martin señala que sabe que hubo muchas más quejas de lo habitual. Los pepinos tuvieron una vida útil más corta, y la calidad del producto era, en general, mala.
Buen verano
"No quiero saber qué habría pasado si el tiempo fuera decepcionante y fuera mucho menos 'veraniego'. El rendimiento del producto fue realmente alto y, sin embargo, la calidad en los estantes era solo moderada". Según Martin, la situación no se corresponde con las grandes inversiones que realizan los productores y las técnicas de cultivo que se aplican.
Cultivo adaptado
Martin reconoce que hubo algunas circunstancias atenuantes. La crisis energética está poniendo las cosas difíciles a los productores. El experto lo reconoce y señala que productores que la empresa considera muy fuertes en términos de calidad resultaron de repente bastante decepcionantes este año. Ha visto que los productores optan a veces por dos cosechas en lugar de tres, pero desde el punto de vista de la calidad, no lo aprueba. "Especialmente al final de un ciclo de cultivo tan largo, la calidad empeora mucho, lo que da lugar a pepinos que solo tienen una vida útil de tres a cuatro días".
Cultivo iluminado
En Scherpenhuizen se desperdiciaron muchos más pepinos de lo normal a causa del hongo Mycosphaerella, frutos amarillos o torcidos, o daños. "A veces los frutos estaban, incluso, tan aguados que se deshacían", continúa. Los problemas de calidad de este año hacen que, aparte de la situación energética, Martin no crea que una cosecha de pepinos iluminada sea la mejor opción. "El requisito previo para una cosecha iluminada es que tiene que ser de muy buena calidad. Cuando conseguimos cultivar tomates en rama en los Países Bajos, ese mercado empezó a crecer. El sector holandés de los invernaderos tiene que distinguirse realmente por su fiabilidad y calidad. Si los Países Bajos lo consiguen, con el tiempo el cultivo iluminado de pepinos podría ser una opción", concluye Martin.