Aunque Jonathan Rhodes, director de Perlim Noix, reconoce que la calidad de las nueces francesas no tiene rival, sigue preocupado por el futuro del origen en varios aspectos: "Las nueces son uno de esos productos que responden a un mercado globalizado. En la actualidad, varios factores complican la comercialización de las nueces francesas".
Aumento del 17% en la producción mundial de nueces
En los últimos años, un nuevo productor de nueces ha entrado en el mercado, aumentando significativamente los volúmenes mundiales: "Chile es ahora un importante productor de nueces, lo que no era el caso hace poco tiempo, aumentando así la presión competitiva para la nuez francesa, que ya se enfrentaba a una fuerte competencia. Junto con China, ha participado activamente en este incremento del 17% de la producción mundial de nueces este año".
Un aumento de los rendimientos que el mercado tendría dificultades para absorber: "En general, el mercado ya estaba suficientemente abastecido antes de que llegara la nueva cosecha de nueces del hemisferio norte y de que Estados Unidos iniciara su campaña. También hubo muchas existencias en California", detalla Jonathan Rhodes.
Aumento de la producción pero reducción del poder adquisitivo
El problema es que este volumen excedente se topa con un consumo que atraviesa dificultades: "Todos sabemos que la situación económica en Europa es complicada. Mientras que en Francia estamos protegidos por el escudo energético, que "modera" los aumentos de los costes de la energía, en otros países, como Inglaterra y España, estos costes pueden multiplicarse por 8, lo que inevitablemente supone una presión económica para todos los hogares. Por lo tanto, hay que hacer concesiones a varios niveles, incluido el alimentario. Como las nueces no son un alimento básico, se ven afectadas por la disminución del poder adquisitivo. Se calcula que hoy en día las ventas de frutos secos han descendido un 15%, frente a un aumento de la producción mundial del 17%".
Una gran producción francesa, con mayoría de calibres pequeños
Al igual que un cierto número de sectores, el nogal no ha escapado a las consecuencias de la sequía. Aunque la calidad de las nueces francesas sigue siendo irreprochable este año, la cosecha ha aumentado considerablemente, con una mayoría de calibres pequeños y medianos: "Los dos últimos años, la cosecha francesa rondaba las 36.000 toneladas. Este año ha alcanzado las 45.000 toneladas. En otras palabras, tenemos 10.000 toneladas más de nueces para vender en el contexto económico actual. Además, el comercio mundial de nueces se basa ahora en calibres superiores a los 32 mm. Este año, solo el 25% de los volúmenes de producción franceses cumplen este criterio. Tenemos muchos calibres medianos o pequeños, que, lamentablemente, se consideran menos atractivos que las de +32 mm. Esto complica todavía más el comercio".
Los precios mundiales han alcanzado niveles muy bajos
En solo 18 años, la producción mundial de nueces se ha triplicado hasta alcanzar los 2,6 millones de toneladas. Ante una evolución de la demanda que no sigue esta tendencia, los precios no se disparan: "Nos encontramos con precios muy bajos. Y aunque algunos clientes son sensibles a la calidad de nuestras nueces, de la que el calibre es parte integrante, otros solo se interesan por el precio".
Además de estas dificultades, el otoño relativamente cálido no ha animado necesariamente a los consumidores a recurrir a los productos de temporada: "Tuvimos un octubre muy suave, que animó a la gente a comer ensaladas en lugar de verduras de invierno. Y, además, nos dimos cuenta de que la gran distribución europea había asumido que habría menos demanda esta temporada. El problema es que una tienda que vendía 30 sacos de nueces intentará obtener el mismo margen con 10 sacos. Y es el productor quien paga las consecuencias. Este año, a pesar del drástico aumento de los costes de producción, el precio pagado al productor por kilo ha bajado considerablemente en comparación con el año pasado. Aunque esta observación debe relativizarse con el aumento de los volúmenes, esta situación sigue siendo anormal. La pregunta que quizás habría que plantearse es si las variedades de nogal francés siguen adaptándose al comercio mundial en la actualidad".
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Jonathan Rhodes
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