Según los informes compartidos por la Organización Europea y Mediterránea para la Protección de las Plantas (EPPO), Finlandia habría sido de los últimos países en Europa en unirse a la ya larga lista de lugares en los que el virus rugoso del tomate o ToBRFV (por sus siglas en inglés) está oficialmente presente. Y es que el país informó recientemente a la Secretaría de la EPPO sobre la primera detección del virus en su territorio en julio de 2022, en un pequeño invernadero de 600 m² que producía tomate (Solanum lycopersicum) en el municipio de Turku.
“Se desconoce el origen del brote y se están realizando investigaciones de rastreo. Las plantas para plantar habían sido entregadas desde otro lugar de producción”, mantiene el informe; sin embargo, consultando los datos de la EPPO, se puede deducir que la expansión de la enfermedad, desde su aparición en Jordania en 2015 y su detección en Europa a finales de 2018, resulta ciertamente difícil de rastrear o controlar.
En noviembre de 2018, se detectaba el primer brote de ToBRFV en Alemania, en 7 invernaderos de tomate en Renania del Norte-Westfalia. Un solo mes después, en diciembre de 2018, Italia notificaba la primera detección de la enfermedad en un invernadero en Ispica, un municipio siciliano de la provincia de Ragusa; y en enero de 2019, Turquía reconocía oficialmente la presencia del virus en un invernadero en Demre, cerca de Antalya, anticipando la oleada de detecciones que se producirían no solo en el continente, porque a principios de 2019 México informaba de 117 brotes en 20 estados y China reportaba sus primeras infecciones.
En mayo de ese mismo año, Italia reportó una segunda infección en Piamonte, mientras Reino Unido, Países Bajos, Grecia y España informaban de la primera presencia de la enfermedad en sus territorios.
En 2020, el virus hacía acto de presencia en Francia, Polonia, Chipre, República Checa y Bélgica; concretamente en este país el ToBRFV “se detectó por primera vez en agosto de 2020 luego de actividades de rastreo realizadas por la ONPF de los Países Bajos en un lote de semillas de tomate que se utilizaron para cultivar plantas de tomate para experimentos en un invernadero (nivel de bioseguridad 2) en una Universidad”, y “se detectó nuevamente en diciembre de 2020 en un invernadero para la producción de frutos de tomate”.
Malta reportó en 2021 la enfermedad por primera vez, al igual que Hungría –en concreto, "en Lébény, las plantas de tomate que se encontraron infectadas con ToBRFV procedían de los Países Bajos", según informaba la EPPO–, Bulgaria, Noruega, Austria, Estonia, Eslovenia, Suiza y Portugal. En el caso de Portugal, “el virus se detectó en dos viveros situados en la región del Algarve, uno en el condado de Tavira y otro en el condado de Faro, durante una encuesta oficial en agosto de 2021. El virus se detectó en semillas de tomate originarias de China (en el caso de Tavira) e Israel (en el caso de Faro)”.
La lista de países donde el ToBRFV ha sido detectado en relativamente poco tiempo, así como las nuevas detecciones en territorios donde ya se habían controlado las primeras infecciones, dan una idea de la facilidad de contagio que posee este tobamovirus y de la necesidad de compartir una información transparente acerca de la situación en cada país.
Por ello, puedes consultar con más detalle todos los informes publicados por la Organización Europea y Mediterránea para la Protección de las Plantas aquí.