El sector agrícola de Perú está perdiendo un monto estimado de 100 millones de dólares diarios debido a los disturbios, según Luis Fernando Helguero, ministro de Comercio Exterior y Turismo. En un contexto de estado de emergencia nacional en Perú durante 30 días, y que durará hasta pasadas las Navidades, los sectores de la uva de mesa y del arándano del país, valorados en miles de millones de dólares, entre otros sectores, se han visto gravemente afectados. Los productores dicen que no pueden llegar a las regiones de producción principales, en parte por los bloqueos de carreteras, en una situación de fuerte presencia del ejército y de la policía para restablecer el orden.
"El daño es muy grande, se estima alrededor de US$ 100 millones para la agroindustria por los días que estamos inactivos. Estamos en periodo de cosecha, culminando con los arándanos y en plena uva, porque cuando está madura la uva ya se tiene que cosechar, no se puede esperar, y eso tiene que salir con contenedores que van al mercado internacional", declara el ministro Fernando Helguero. El ministro teme que Perú pierda cuota de mercado al recurrir los compradores de los mercados a los pedidos a Chile y otros competidores del hemisferio sur para garantizarse el suministro.
Los representantes de la asociación de uva de mesa de Perú, Provid, así como de la asociación del arándano, ProArándanos, dicen que están evaluando el impacto y los daños potenciales, y que esperan que el estado de emergencia calme las cosas en el país antes de emitir declaraciones sobre lo que esperar de sus respectivos sectores de cara al futuro. "Por desgracia, la situación en el país continúa siendo crítica, por lo que el consejo de administración ha decidido esperar a que las cosas se calmen un poco antes de podernos pronunciar sobre la campaña de uva de mesa del Perú. Confiamos en que las perspectivas y las condiciones actuales mejoren en los próximos días. Por otro lado, esperamos que la reciente declaración de emergencia a nivel nacional permita el restablecimiento de la cosecha con normalidad y el desbloqueo de las carreteras y los envíos en los próximos días. Anunciaremos una segunda previsión de la campaña de exportación de uva de mesa a lo largo de la próxima semana, confiando en que las perspectivas y las condiciones actuales mejoren en los próximos días", declara Alejandro Cabrera Cigarán, de Provid.
Por su parte, Luis Miguel Vegas, gerente de la Asociación de Productores y Exportadores de Arándanos del Perú (ProArándanos), señala: "Estoy en proceso de cuantificar los daños y las pérdidas para hacernos una mejor idea".
Un productor y exportador de uva de mesa que no quiere ser nombrado explica la situación sobre el terreno en las diferentes regiones de Perú donde tiene explotaciones. Así mismo, comparte el feedback de otros viticultores: "El norte, y más concretamente la zona de Trujillo, está totalmente cerrado. Han bloqueado las carreteras y esto no nos ha permitido llegar a nuestras oficinas o a nuestros clientes. En la zona sur, en Arequipa, hay mucha violencia, incluso ha muerto una persona. Han quemado grandes empresas como Danper y Gloria, dos grandes empresas agroindustriales. La verdad es que es una pena enorme porque son grandes empresarios que dan trabajo a miles de familias. En Arequipa el ejército se está haciendo con el control de la ciudad para intentar reinstaurar el orden. Por último, en Ica, donde tenemos sede, han bloqueado carreteras, incendiado aduanas, etc. Esto afectará a las cosechas de uva que estaban en marcha estas semanas. Ica y Arequipa han sido declaradas en estado de emergencia, motivo por el que las fuerzas armadas se están desplegando para restablecer el orden en el interior del país".
"Por otro lado, hablando con mis colegas sobre cómo están afectando estas protestas violentas a los productores de uva, hemos llegado a las siguientes conclusiones: en primer lugar, provoca la pérdida de calidad de la fruta, puesto que nos encontramos en plena cosecha en nuestra región y este producto es altamente perecedero y se debe cosechar en el momento adecuado porque, a partir de ese punto, la calidad disminuye. Por ese motivo, los precios caen, perdemos oportunidades y posicionamiento en el mercado. En segundo lugar, sube el costo de la producción debido a este caos en la ciudad; se encarece la mano de obra, se retrasa la cosecha y la logística, sube el precio de los fertilizantes, que además se vuelven escasos, y todo esto incrementa el coste de la producción exponencial de pan. En tercer lugar, la competencia; como país exportador, tenemos una competencia fuerte, como Chile y Sudáfrica, que pueden desplazarnos porque la situación de caos les beneficia, puesto que Perú no será capaz de atender en tiempo y forma sus compromisos con el mercado. Es una lástima contaros noticias tristes de mi país. Se espera que la presidenta Dina Boluarte dé un mensaje más conciliador y busque una solución para evitar ver cómo siguen muriendo más peruanos y se destruye lo que tanto nos ha costado", concluye este productor y exportador peruano de uva de mesa.
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