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José Antonio González, de pepeRaf:

“Cuando iban a descartarlo, por casualidad vieron que el tomate Raf crecía sorprendentemente bien en Almería”

El tomate Raf es uno de los más apreciados de todos los que se cultivan en Almería. Su exclusividad se la confiere su intenso sabor, y se traduce en unas cotizaciones que lideran –con diferencia– los valores de las pizarras de todo el segmento del tomate. Y tan impactante como el propio tomate, es la historia tras de él.

“En los años 60, los tomates que se cultivaban en Almería eran mayoritariamente variedades verdes, entre las que predominaban dos: el tomate Muchamiel y el Marmande, una variedad cuyas semillas venían de Francia”, comienza a explicar José Antonio González, Pepe para todos, de pepeRaf.

“A finales de esa década todo cambiaría. Por un lado, empezaron a aparecer los tomates larga vida, de color rojo y muy productivos, que comenzaron a desplazar a los tomates verdes tradicionales del mercado; y por otro lado, apareció una plaga de Fusarium que afectó a la variedad Marmande”.

“La casa de semillas francesa dueña de Marmande, HM.Clause, comenzó a trabajar en semillas con resistencia a este hongo y en invernaderos del sur de Francia consiguieron una variedad que llamaron Raf, que no son ni más ni menos que las siglas de ‘resistente al Fusarium’. Las nuevas semillas se plantaron allí y también se hicieron plantaciones en la zona de Castellón y Valencia, sin obtener buenos resultados. Pero cuando ya estaban pensando en descartar esa variedad, a finales de los 60, uno de los técnicos de Clause trajo por casualidad unas semillas a Almería y crecieron dando unos tomates sorprendentemente dulces, que más que hortalizas, parecían frutas”.

“Uno de los invernaderos en los que se plantaron aquellas semillas era el de mi padre, Pepe González, que ahora tiene 97 años y aún se ocupa de la finca de El Alquián, en la que 50 años después sigue cultivando tomates Raf”. De hecho, en abril de 2007, en el 40 aniversario del Raf, Clause entregó una placa conmemorativa a los cuatro agricultores más antiguos en su cultivo, entre los que se encontraba Pepe.

En aquel momento, los técnicos de la casa francesa de semillas se dieron cuenta de que el agua subterránea de Almería tenía una concentración de sales muy alta, que se remonta a cuando el mar Mediterráneo llegaba hasta la cordillera, que favorecía al tomate Raf, señala Pepe. En ese momento empezó a surgir como un tomate de máxima calidad, pero seguía sin poder competir con el tomate long life, cuyo cultivo se extendía a medida que crecían los invernaderos, recuerda Pepe. Tras lo que podría considerarse una verdadera crisis, afortunadamente en el boom económico de España, en los años 80-90, el tomate Raf resurgió como un producto gourmet y empezó a tener cada vez una mayor repercusión.

“Pero su producción era muy limitada porque no se podía cultivar en muchos sitios, solo en esta zona de Almería que tenía las condiciones adecuadas. Y entonces fue cuando empezaron a surgir las variedades híbridas”.

“Nuestros clientes saben lo que quieren y que vendemos el tomate Raf original”
“Ser híbridos no significa que sean tomates peores. El problema es que algunas de estas ‘imitaciones’ de terceras casas de semillas son muy difíciles de diferenciar del Raf original y se comercializan como Raf, sin serlo. De hecho, me atrevería a decir que el 90% del tomate que se vende como Raf no lo es realmente”, remarca Pepe González. “Hay que recordar que el tomate Raf tiene un precio muy elevado por su baja productividad por planta, por su sabor especial natural y por su rápida maduración, que lo hace muy exclusivo, mientras estas variedades se venden al mismo precio sin que nada lo justifique: la producción por planta duplica a la del tomate Raf auténtico y en algunos casos sabemos de agricultores que han recurrido al uso de hormonas para aumentar la cantidad de azúcares en los frutos porque de manera natural no consiguen el sabor esperado”.

“Ha habido varios agricultores en Almería, antes que yo, que montaron sus páginas webs e intentaron defender el tomate Raf auténtico, pero es muy difícil; como ente individual y agricultores pequeños no puedes hacer nada. Sin embargo, en nuestra familia hemos decidido seguir apostando por el Raf verdadero que mi padre lleva cultivando ya 50 años”, dice con orgullo Pepe. “Nuestros clientes saben lo que quieren y tienen la certeza de que el tomate que cultivamos y que vendemos es un tomate Raf totalmente natural”.

“Por ahora nuestra clientela es en gran medida nacional: un 90-92% se vende en España y el resto a clientes en Europa, principalmente de Francia, Alemania y Reino Unido. El 40-45% de nuestras ventas se hace a través de nuestra web a consumidores finales, un 25% a profesionales –restaurantes, hoteles o fruterías gourmet– y el resto a mayoristas. Gracias a estas cifras hemos conseguido que este proyecto familiar sea rentable y que el tomate Raf original siga llegando a todos los consumidores”, concluye Pepe González


Pepe González, padre.

Para más información:
pepeRaf
Crta. Aeropuerto a El Alquián, Km.8
04130 Almería (España)
Tel.: +34 691 336 180
[email protected]
www.peperaf.com