Así lo afirmó la CEO de Eroski, Rosa Carabel en entrevista con El Correo, recordando que el sector es “enormemente competitivo” y maneja unos márgenes que rondan el 2%.
“La distribución tiene escaso margen de maniobra para asumir el impacto de las subidas de costes propias y de los eslabones anteriores”, remarca. “Nuestro sector está haciendo un gran esfuerzo por mitigar el perjuicio que la subida de los precios está provocando en las familias y también por garantizar el suministro, ocurra lo que ocurra. Ese gran esfuerzo va contra unos resultados que difieren sustancialmente de las cifras de otros sectores económicos”.
Carabel estima que en este 2023 que acaba de arrancar, las empresas de distribución tendrán que seguir gestionando las consecuencias de la inflación. En este sentido, considera que una de las claves del nuevo año residirá en profundizar en el conocimiento del comportamiento del consumidor: “Nos tocará ser flexibles y ágiles a la hora de facilitar el consumo de productos de primera necesidad. Algo que en Eroski llevamos haciendo desde que los datos del IPC comenzaron a escalar, con una importante transferencia de ahorro –183 millones de euros– a los clientes”.
Fuente: revistainforetail.com