"La campaña de transformación la iniciamos a finales de octubre de 2022 con el procesamiento de un cítrico sin pepitas muy particular, el Miyagawa, para luego continuar con el procesamiento de naranjas", dice Salvatore Imbesi, presidente de una red empresarial que incluye tres importantes empresas que operan en el territorio siciliano: Ortogel y Agrumi-Gel, empresas procesadoras de cítricos, y la cooperativa Service Calatino. "Sin embargo, el sector de los cítricos atraviesa momentos difíciles. El 29 de septiembre de 2022, de hecho, hubo una protesta organizada por Ortogel, que ha recibido una amplia cobertura en la prensa nacional. En este sentido, es triste constatar la ausencia absoluta de las instituciones: hasta la fecha no ha habido respuesta de la política local, regional y nacional".
En comparación con la temporada pasada, la campaña de cítricos de 2022 muestra una reducción en los volúmenes enviados a la industria de procesamiento de alrededor del 30% hasta el momento, aunque ahora se espera nuevamente un aumento, ya que la disminución del consumo de cítricos frescos podría provocar un aumento en la producción de derivados.
"Aunque los problemas del sector citrícola siciliano son bien conocidos, es oportuno reiterar una vez más que existe preocupación por los daños causados por el cambio climático y la insostenibilidad de las subidas de precios de la energía. Hasta el momento no se ha promocionado ninguna mesa redonda técnica, como pedía la mayoría de los operadores. Estamos a merced de las multinacionales, que ahora gestionan los recursos energéticos y todos los consumibles que utiliza el sector. Y a nivel comercial, los problemas conciernen al consumidor, que, al no poder llegar a fin de mes, reduce drásticamente el consumo de fruta".
"La caída en el consumo aumenta la preocupación no solo por el aguante de la fruta en la planta, sino también por la pérdida total de cosechas. Para los productores que aún no han cosechado y vendido el producto, se agregan costes adicionales. De hecho, a la fecha, debido a la altas temperaturas, se están realizando riegos y tratamientos para evitar la caída de la fruta. No obstante, las empresas citrícolas continúan invirtiendo en producción y tienen confianza en el futuro, a pesar de la ausencia de apoyo gubernamental".
"No menos importante es el problema relativo a la contaminación por fosfitos en los productos derivados, regido por la legislación comunitaria. En este sentido, el Ministerio de Agricultura emitió una excepción hasta el 31/12/2025 sobre los residuos del fungicida fosetil aluminio y de áido fosfórico. Se trata de una sustancia activa utilizada en la formulación de diversos productos fitosanitarios, utilizados para el control de Peronospora y Phytophthora en diversos cultivos. Esta excepción es válida solo para el producto vendido en Italia pero no en el extranjero, con graves repercusiones para las empresas italianas que encuentran residuos de los metabolitos de este fungicida en sus productos agroalimentarios, puesto que esto se traduce en la imposibilidad de vender sus productos frescos y procesados en los mercados europeos", explica Imbesi.
"Esperamos, por tanto, una mesa técnica entre las instituciones italianas y europeas para fijar nuevos LMR, teniendo en cuenta que la mayoría de los cultivos en Sicilia e Italia se realizan en suelos de origen volcánico que son precisamente ricos en ácido fosfórico/fosfónico".
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