El productor Leonardo Cedola, propietario de la empresa homónima ubicada en la localidad italiana de Lucera, provincia de Foggia, ha decidido destruir toda una parcela de alcachofas de la variedad Violetto. Los motivos de esta destrucción de las hortalizas, captada en un vídeo compartido en las redes sociales, son muchos: el aumento significativo de los costes de producción, el desplome de los pedidos y, en consecuencia, de los precios, así como la dificultad para encontrar mano de obra.
"Hasta ahora, hemos destruido deliberadamente 4 de un total de 8 hectáreas de alcachofa. La diferencia entre los ingresos y los costes suele ser negativa, por lo que la producción no genera beneficios. En 2022, los costes de producción de alcachofas crecieron más del doble. A esto se sumó una inflación galopante, que llevó a nuestros empleados a pedirnos aumentos salariales. Además, el tiempo cálido y la disminución del consumo generaron una fuerte contracción de los pedidos. Para la variedad Violetto, los precios actuales rondan los 0,05 € por pieza, mientras que para el resto de las variedades híbridas no superan los 0,12 €".
En el vídeo que ha publicado el productor en las redes sociales se puede ver un campo sin producto, puesto que se cosechó antes de la destrucción de las otras partes: "A pesar de los precios bajísimos, he preferido recoger las mejores alcachofas y luego proceder a destruir el resto. Para continuar la producción habría tenido que incurrir en gastos adicionales, como tratamientos del cultivo, mano de obra, fertilización y riego (dada la escasez de agua incluso en los meses de invierno)".
En las últimas semanas, a nivel comercial, la situación ha ido empeorando cada vez más. "Empezamos la campaña en octubre, obteniendo excelentes precios de 0,40 €/pieza, pero a partir de mediados de noviembre comenzó la lenta e inexorable bajada de los precios, que ni siquiera se recuperaron durante el periodo navideño. Esta bajada de precios coincidió, además, con la llegada (temprana) de importaciones masivas del norte de África, que para nosotros constituyen una competencia abrumadora".
Leonardo Cedola, productor de alcachofas desde hace unos 10 años gracias también a veinte años de experiencia familiar, se encuentra en una de las zonas italianas más especializadas en este cultivo. "Está claro que, en un contexto socioeconómico incierto, prefiero diversificar y enfocarme en producciones que tengan, por ejemplo, ciclos de cultivo más cortos, menor requerimiento de mano de obra o que se puedan mecanizar. En realidad, para la alcachofa, la crisis empezó hace unos años", concluye el agricultor.