La Jornada sobre control integrado de pulgón en cultivos de primavera, organizada por COEXPHAL dentro del proyecto europeo IPM Works, suscitó un gran interés y reunió a 250 personas (la totalidad del aforo) en el salón de actos de la Casa de las Mariposas de Cajamar el pasado miércoles.
Tras la presentación, Juan Antonio Sánchez, director técnico de Proyecta Ingenio, analizó el panorama general de lo que está suponiendo la proliferación de pulgón y cómo se han ido reduciendo las materias activas frente a la plaga por lo que el trabajo en la biodiversidad debe ser un aspecto básico a la hora de lograr un perfecto control integrado de esta plaga, ya no solo en lo que respecta a las plantas auxiliares o de refugio sino también a la hora elegir los insectos auxiliares en donde haya una combinación entre parasitoides y depredadores para acometer el control biológico del pulgón.
Biodiversidad de la que habló Rosa García, del Departamento de Agroecología de APROA, como la condición que no solo mejora el ecosistema de los invernaderos, sino que también contribuye a lograr un control biológico más eficaz, por lo que tanto los setos perimetrales como las plantas reservorio en el interior de los cultivos son fundamentales al convertirse en fuente de alimento para los insectos auxiliares, como barrera frente a las plagas e incluso como mejora de imagen del paisaje, siempre imitando lo más posible a la naturaleza y trabajando con especies autóctonas.
Algo que corroboró Mónica González, de Agrobío, quien junto a Estefanía Rodríguez, investigadora de IFAPA, han comprobado en alguno de sus estudios cómo la biodiversidad refuerza las funciones de los ecosistemas y el control biológico por conservación es un complemento fundamental. Según González, “el control biológico per se ya no es suficiente, por lo que el manejo de las plagas tiene que ser más agroecológico. La ubicación de setos en el exterior y o las denominadas islas de biodiversidad (plantas reservorio en el interior) ya no va a ser una opción”.
No hay nuevos virus
Entre los intervinientes en la jornada también participó María Antonia Elorrieta, responsable de Fitopatología de Labcolor, quien expuso sus análisis de los virus transmitidos por el pulgón. Reconoció que hasta el otoño pasado no había tanto virus, pero la primavera puede venir complicada. Tras describir algunos de los más comunes provocados por el pulgón (ZYMV o el que está apareciendo como más novedoso, CABYV), Elorrieta desmintió que la elevada virosis se deba a alguna especie nueva. Esta doctora en Genética también aconsejó abordar la biodiversidad de forma controlada eligiendo las plantas adecuadas para que no hospeden posibles transmisores de los virus.
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