Aunque con mucho retraso, la llegada del frío ha dado un giro importante a las producciones de brócoli y coliflor en el sudeste de España, donde se ubican las principales zonas productoras de estas hortalizas en Europa durante los meses de otoño e invierno. La disponibilidad ha bajado, por tanto, y se espera que sea limitada en las próximas semanas, en las que parece seguir subiendo la demanda.
“En los últimos 3 meses las temperaturas han sido notablemente más cálidas para lo habitual en tales fechas, lo cual provocó que se acelerase el crecimiento de las plantas y hayamos ido siempre con adelanto en la cosecha”, cuenta Sebastián Aguilar, director comercial de la empresa murciana Campo de Lorca, más conocida por su marca Cricket. “Así pues, aunque las medios de producción semanal han sido algo más altas de lo habitual, no significa que la producción se haya agolpado, lo cual ha permitido que los agricultores no se vean forzados a vender rápido sus cosechas o que nuestras cámaras queden con altos stocks”.
Cabe recordar que la superficie de brócoli y coliflor se ha reducido respecto al año pasado, especialmente en la producción de venta libre, fuera de programas, aunque Cricket ha mantenido sus áreas de producción. “Además, las altas temperaturas, acompañadas de algunas precipitaciones puntuales, han ocasionado problemas de botritis y alternaria, provocando un mayor destrío en campo y que se destine menos producto al mercado en fresco”, recuerda Sebastián Aguilar.
Ahora, las temperaturas han bajado finalmente y se ha ralentizado el desarrollo de la producción. “Al desacelerarse el crecimiento y haber recolectado con adelanto, ahora nos encontramos con cierto hueco en los mercados” explica el director comercial de Cricket. Prevemos que en las próximas semanas habrá menos brócoli y coliflor de lo habitual. Si bien Italia ha sido una gran competencia en las últimas 3 o 4 semanas por su fuerte repunte de la producción, que ha estado vendiendo a precios muy por debajo de los nuestros, ahora se ha despejado de los mercados y los programas de importación europeos se están trasladando a España. La demanda ha repuntado con el frío y está siendo buena en general. Han sido 6 meses muy duros. Esperamos que lo que queda de invierno sea realmente invierno”.
A pesar de los desajustes en la producción provocados por las altas temperaturas, la media de precios ha sido mejor respecto a la campaña anterior, de acuerdo con Sebastián. “Los productores y comercializadores nos hemos visto obligados a repercutir el incremento de los costes. Todos los eslabones de la cadena lo habían hecho y ahora nos tocaba a nosotros. No hay más remedio con tal de que podamos seguir produciendo. No obstante, todavía falta por ver si esta subida de precios será suficiente para que sea rentable”.
La falta de agua sigue castigando severamente a los productores de brócoli y coliflor, así como de muchos otros productos, y se presenta, junto al incremento de costes, como uno de los mayores retos para esta y para las próximas campañas. “Muchos agricultores han visto reducirse sus producciones por la falta de recursos hídricos. Se trata de un tema muy preocupante. Recientemente asistimos a la gran concentración en Madrid frente al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ante la propuesta de disminuir el agua para riego procedente del trasvase Tajo-Segura. Tendríamos menos agua y nos veríamos obligados a desalarla a precios desorbitados. Los problemas socioeconómicos que esto puede acarrear serían terribles”, indica Sebastián Aguilar.
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