Así lo estimó el presidente de la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos, Saúl Elías López, quien indicó que la disminución en la producción de naranjas y limones es consecuencia de la expansión de la plaga de dragón amarillo.
Por ello, instó a especialistas agroindustriales y miembros del Estado venezolano a trabajar para solucionar y atender esta problemática. “Es urgente priorizar la problemática que afecta a los árboles citrus porque si no, lamentablemente, nos vamos a quedar sin esta fruta en el país”, insistió.
Ya en 2021, el presidente de la Federación Nacional de Fruticultores (Fudenafrut), Carlos Romero, denunció que hasta el 95% de los cítricos en el país pudieran estar contaminados por esta enfermedad, la más temida por la citricultura mundial.
Un año después, Romero destacó en entrevista con Unión Radio que los estados que se vieron más afectados por la plaga fueron Anzoátegui, Carabobo y Yaracuy. Estos dos últimos son los principales productores de cítricos en el país.
La propuesta de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela. (Fedeagro) fue eliminar todos los viveros que producen plantas de cítricos no certificadas o sin ningún tipo de control sobre bacterias y virus, para controlar la expansión de la enfermedad, propagada por un insecto llamado Diaphorina citri.
“El HLB es una enfermedad centrada en las plantas y va cerrando el xilema y el floema por donde pasa la savia hasta que elimina completamente la savia que entra en el torrente de la planta para poder mantenerse viva. En la medida que esto se va cerrando, primero las plantas disminuyen su producción, disminuyen su nutrición y posteriormente comienzan a morirse lentamente. Desde que la planta se contamina hasta que la planta muere pasan tres años”, aseguró Romero a La Prensa Lara en octubre de 2022.
Fuente: eldiario.com