La sequía dejará un impacto considerable en la producción de naranjas y mandarinas argentinas esta campaña en Entre Ríos. Elvio Calgaro, productor citrícola de Chajarí y referente de la Federación Agraria Argentina (FAA) en la zona, refirió que “la nueva cosecha de cítricos dulces en la costa del Río Uruguay comenzará a finales de marzo y principios de abril. Hace falta normalizar las lluvias. Es el segundo año consecutivo con sequía. Tenemos temperaturas de 37 grados y las últimas tormentas pasaron de largo. Por ello, las expectativas de rendimiento para la próxima zafra de citrus dulces son malas en Entre Ríos. Solamente contamos con un 30% de riego, y el 70% restante las plantas están muy deterioradas y sufren estrés por falta de agua. Esto va a complicar mucho la calidad de la fruta, y sobre todo el tamaño para la próxima zafra. Fruta va a haber, pero habrá menos rendimiento, menos tamaño y entrará más fruta en el cajón”, explicó Calgaro.
“Hoy lo que buscamos en las fincas es calidad, y por ello raleamos fruta más de lo normal. Es decir, se le saca fruta al árbol para que la fruta que queda más arriba sea de mejor tamaño. Pero con esto el rendimiento de la planta va a ser menor, y vamos a tener menos fruta. A menor producción, van a subir los precios en las góndolas”.
Además, añadió, “la falta de calidad lleva a vender a la industria que paga $20 por kilo. En el mercado, la fruta aumentó mucho más pero depende de la oferta y la demanda. Durante el último año, fue malo el precio para el productor citrícola. Hoy está muy por debajo de lo que son los costos de producción. Hoy dependemos del mercado interno, y la fruta en fresco se pagó a $4.000 por el cajón grande de 300 kilos. Creo que va a seguir aumentando porque queda muy poco de la última zafra”, expresó Calgaro.
Fuente: infobae.com