El panorama varietal citrícola está en continua evolución y cada año se enriquece con nuevos desarrollos, pero ¿por qué variedades concretas están apostando los agricultores en estos momentos?
Plantas de pomelo Star Ruby.
“Cada vez vemos más interés en las variedades de naranjas pigmentadas”
“En naranjas, las variedades más vendidas en nuestro vivero siguen siendo las de toda la vida: Navelina, Lane Late y Valencia Delta; hay variedades protegidas con royalties que también se plantan, pero en menor medida”, explica Jordi Sancho, de Viveros Alcaplant. “Hay que tener en cuenta que con estas tres variedades prácticamente se cubre toda la campaña citrícola. La Navelina produce fruta de octubre a enero, Lane Late de enero a marzo y Valencia Delta se cosecha de abril a junio”.
(Foto: Planta de Lane Late con detalle de etiqueta de certificación)
“No obstante, también vemos cada vez más interés en las variedades de naranjas pigmentadas, tanto las pigmentadas por fuera como por dentro, aunque las ventas de estas variedades aún son pequeñas comparadas con las tradicionales”.
“Lo que sí es claro es la apuesta por las variedades de mesa”, señala Jordi. Las plantaciones de naranjas exclusivamente para zumo son minoritarias y, por lo general, los agricultores destinan para zumo las piezas de bajo calibre de la naranja de mesa porque “los costes en España no permiten por ahora tener una finca de producción enfocada a la naranja de zumo”.
Plantas de Chislett.
“Se vuelven a hacer nuevas plantaciones de Clemenules en Castellón y el norte de Valencia”
“En cuanto a las mandarinas, al igual que pasa con las naranjas, las mayores ventas en Alcaplant son de variedades tradicionales como Oronules, Arrufatina, Clemenvilla o Marisol, que hace mucho tiempo que no se plantaba; y por supuesto de Clemenules”.
“De hecho, las ventas de plantas de Clemenules habían estado estancadas durante años y solo se destinaban a trasplantes. Sin embargo, la campaña pasada se notó lo que este año se ha confirmado: cada vez se están haciendo más plantaciones nuevas de Clemenules. El 95% de lo que estamos vendiendo se está plantando en Castellón y el norte de Valencia, donde cada semana repartimos árboles, y también se están haciendo algunas nuevas plantaciones en Murcia”.
Plantas de Clemenules.
Viveros Alcaplant también exporta sus plantas de cítricos al sur de Francia e Italia, donde las variedades del vivero español tienen una interesante acogida. “En Italia cultivan mayoritariamente la clementina Fina y la industria está buscando variedades que completen su campaña. Allí estamos vendiendo Orogros y Clemenrubí para el periodo anterior a la cosecha de la clementina Fina y, desde hace un par de años, Mandanova o ARCCIT 1614 (Valley Gold) para el periodo posterior. Después les siguen las Tango y Nadorcott, que están plantándose en Italia cada vez más desde hace unos 4 años”.
Injertos de Clemenules.
“El problema en el país es que los viveros de cítricos italianos están parados; no existen agrupaciones de viveristas como Avasa, aquí en España, que trabajen en la búsqueda de variedades para ofrecer mejores materiales para la industria. Es más, en Italia aún trabajan con variedades que aquí en España ya están descartadas, y somos los viveros españoles los que estamos llevando allí las nuevas variedades de mandarinas”.
Jordi Sancho.
En limón, se apuesta por el amarillo tradicional
Con respecto al limón, a pesar de que hay sorprendentes desarrollos de frutas con nuevos colores que desafían al tradicional amarillo, “el 99% de las plantas que vendemos son limones Fino o Verna”, comparte Jordi Sancho. “Concretamente Fino 95, Fino 49 y Verna 51, con las que se cubre toda la campaña”.
La Verna es una variedad que en los últimos años ha sufrido con mayor contundencia el impacto de la meteorología, pero no por ello ha dejado de ser una importante opción para los agricultores, señala Jordi.
Plantas de limonero Fino 95.
“Existen muchísimas variedades diferentes de cítricos y mucha gente me pregunta cuál es la mejor para plantar, y yo siempre respondo que cualquier variedad es rentable siempre que se haga un buen trabajo. Por la experiencia que tengo, los productores con variedades tradicionales siguen teniendo rentabilidad siempre que tengan fincas bien cuidadas y sigan invirtiendo en sus plantaciones”.
No obstante, es una realidad que la citricultura ha atravesado momentos difíciles en los últimos años en los que la rentabilidad de la actividad ha estado en entredicho y ha impedido nuevas inversiones en variedades o renovación de campos, dejando una mayor huella en regiones de producción tradicionalmente minifundistas como ocurre en la Comunidad Valenciana.
“En estas zonas vemos fincas que generan pocos ingresos, con árboles de 25 años, sin capacidad de realizar nuevas inversiones y para las que no hay relevo generacional; es un problema del que se viene hablando desde hace años, pero que ya se puede observar. Esto está haciendo que las empresas grandes estén comprando las tierras y, mientras antes un territorio era rico gracias a las parcelas de cítricos, ahora la riqueza del territorio está en manos de solo algunas personas. Y hay que recordar que, además de una fuente económica, la citricultura es muy importante a nivel social en estas comarcas”.
Para más información:
Viveros Alcaplant
C/ Sunyer 87,89
Alcanar 43530 (Tarragona)
Tel.: +34 654 757 100 / +34 679 362 269
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