Con la cosecha de los primeros espárragos de invernadero, la empresa de cultivo Teboza ya ha dado el pistoletazo de salida al inicio de la temporada de espárragos en Países Bajos. "La oferta será limitada en las próximas semanas, pero la calidad es excelente", dice Will Teeuwen.
Si bien los altos precios de la energía preocupan a los productores de espárragos, Teboza decidió hace unas semanas con plena convicción poner en marcha el cultivo calefactado. "Aunque encendimos los calentadores un poco más tarde de lo normal, podemos hablar de un comienzo relativamente temprano. La rentabilidad del cultivo calefactado está bajo presión debido a los altos costes de producción, pero es muy importante para nosotros, especialmente con una Semana Santa adelantada, que el producto se vea cuanto antes en los lineales. Por eso hemos decidido calentar tanto el cultivo en los invernaderos como las parcelas climatizadas al aire libre, para poder empezar a abastecer a nuestros clientes en las mismas fechas que el año pasado", explica Will Teeuwen.
Según el productor de espárragos, aún está por ver cuáles serán los volúmenes disponibles del cultivo calefactado. "Por el momento, pocos productores se han pronunciado sobre sus intenciones al respecto. Además, hay varias opciones, ya que también se puede calentar el cultivo a unas temperaturas más bajas. De todas formas, con la disminución de la superficie plantada de manera estructural, no solo en los Países Bajos, sino también en otros países de Europa, como es el caso de Alemania, la oferta seguramente no será mayor que el año pasado. Sin embargo, esperamos que la demanda de espárragos sea alta en vista de una Semana Santa adelantada. Dada la oferta y los costes, espero que podamos vender los espárragos a precios satisfactorios", dice Will.
A diferencia de la tendencia general, Teboza ha vuelto a aumentar su superficie plantada en todos los cultivos. "Nunca antes habíamos sembrado tantas hectáreas", dice Will. "También estamos ampliando nuestro cultivo de espárragos verdes en España. Y es que en Europa la disposición a importar espárragos de ultramar por avión es cada vez menor. Además, la fiabilidad de las entregas, como demuestran los disturbios en Perú, muchas veces deja que desear. Nosotros estamos tratando de dar una respuesta a este tipo de problemas con nuestros volúmenes de cultivo europeo. Vemos el futuro con optimismo, también porque las medidas anti-Covid son cosa del pasado y las preocupaciones sobre la inflación están disminuyendo un poco. De hecho, después de la crisis financiera en 2009, las ventas de espárragos aumentaron. Y es que parece que al consumidor le gusta permitirse ese lujo, ya que sigue siendo un producto asequible".
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