Durante más de año y medio, una silenciosa crisis diplomática ha envenenado las relaciones entre Francia y Marruecos y ha afectado a las exportaciones agrícolas marroquíes a Europa. En medio de esta crisis, el Gobierno francés ha utilizado los visados Schengen como herramienta de sanción contra Marruecos, aceptando solamente el 50% de los visados. Eso ha afectado, entre otros sectores, al transporte de exportaciones agrícolas.
El 16 de diciembre de 2022, el ministro de Asuntos Exteriores francés, de visita en Marruecos, anunció la resolución de la crisis y el restablecimiento de relaciones consulares normales. Más de un mes después de este anuncio, ¿se ha resuelto este problema? ¿Cuál ha sido su impacto en las exportaciones agrícolas? ¿Qué relación tiene con el aumento de los precios del transporte y, por tanto, con los precios al consumo de frutas y hortalizas? Mourad Erraguragui, vicepresidente de la Asociación Marroquí de Transporte Intercontinental por Carretera (AMTRI), responde a estas preguntas.
En primer lugar, Erraguragui recuerda que Francia no es la única parte en la crisis de los visados. "Nos hemos enfrentado a este problema con otros consulados europeos, incluidos los españoles, que reciben la mayoría de las solicitudes de los camioneros debido a la proximidad geográfica". El representante de los transportistas marroquíes no comentó este supuesto arreglo entre Francia, que ha admitido oficialmente el uso de los visados como sanciones, y los demás gobiernos europeos, limitándose a calificar la coincidencia de "extraña".
Hoy en día, la AMTRI acusa que el mismo problema persiste, más de un mes y medio después de los anuncios oficiales de su resolución por parte del Gobierno francés. Erraguragui explica: "Todavía hoy se da esta perjudicial situación. El plazo de tramitación de los visados alcanza a menudo los 40 días, por lo que, al final, el 70% de las solicitudes de los camioneros son denegadas. Esto supone la inmovilización del 70% de nuestra mano de obra y de nuestros medios. Esta situación provoca pérdidas financieras y escasez de conductores. Al final, toda la cadena se resiente, desde el productor hasta el consumidor".
"Incluso cuando la solicitud de visado es aceptada, no supera los 90 días, y en cuanto el conductor recibe su visado, inicia una nueva solicitud debido al exorbitante tiempo de espera, por no hablar de las tasas pagadas por cada solicitud, que no se reembolsan si el visado es denegado".
La AMTRI ha dado la voz de alarma varias veces a lo largo del año y se ha reunido con representantes de los consulados españoles. Los resultados son dispares. "Tras estas reuniones, la situación ha mejorado en algunos consulados, pero no está totalmente resuelta. En los consulados situados en Agadir, donde la mayoría de los transportistas de productos agrícolas solicitan visados, la situación es más que alarmante y así ha sido hasta ahora", continúa.
El resultado es una escasez de conductores y, por tanto, menos carga, más demanda que oferta y un aumento de los costes de transporte: "Todo el mundo se ve penalizado", afirma Erraguragui, "los transportistas que pierden su tiempo buscando conductores y siguiendo los procesos de visado, los exportadores que ven aumentar sus costes de transporte y el consumidor final que ve aumentar el precio en la estantería, por no hablar de la situación de los propios conductores. Los conductores no consiguen que las cámaras de comercio intervengan ante los consulados, como en otros sectores económicos. Intentamos cumplir ese papel, pero los cónsules no son igual de receptivos".
Erraguragui concluye que "la situación es muy perjudicial, sin respuestas por ninguna parte. Simplemente estamos a la espera de que los consulados reciban instrucciones de sus Gobiernos para volver al funcionamiento normal, y poder así quitar esa espina de los pies de los transportistas".
Aunque la crisis de los visados contribuye al aumento de los costes de transporte, no es la única razón. La situación geopolítica internacional (de la que forma parte la cuestión de los visados) ha ido empeorando desde la pandemia y es la principal razón del aumento de los costes de transporte, según Erraguragui. "El combustible representa más del 30% de los gastos de los transportistas, y los precios de la energía a nivel mundial están fuera de control, debido a todos los conflictos y tensiones geopolíticas que vive el mundo actualmente". Para los exportadores que esperan una vuelta a la normalidad, es decir, a los niveles de precios anteriores a la pandemia, "ese tiempo ya ha pasado. Desgraciadamente, los costes no volverán a ese nivel", expresa. ¿Deben esperar que los precios se estabilicen pronto? "Si no se controlan algunas variantes, como los costes del combustible y la cuestión de los visados, la situación no hará más que empeorar en los próximos meses", afirma el representante de los transportistas.
Para ayudar a estabilizar los precios, la AMTRI aboga por una reforma legal en Marruecos que indexe los precios del transporte por carretera a los del combustible. "Esto protegerá a los transportistas y exportadores de las fluctuaciones del precio del combustible, pero hay que tener en cuenta que si se produce un aumento, este se cargará al consumidor. Esta reforma está en la agenda del Gobierno. La decisión está tomada y su aplicación es inminente".
Para más información:
Mourad Erraguragui
Asociación Marroquí de Transporte Intercontinental por Carretera (AMTRI)
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