La multinacional Planasa prevé aumentar un 15% su facturación, de los 185 millones de su último ejercicio hasta superar los 210 millones, con un ebitda por encima de los 80 millones, según avanza a Efeagro su consejero delegado, Michael Brinkmann.
Brinkmann, de larga trayectoria en el sector hortofrutícola, fue nombrado CEO del grupo en 2020 -en sustitución de Alexandre Pierron-Darbonne-, dos años después de que el fondo Cinven adquiriera el 65 % de Planasa.
Dedicada a la obtención de variedades vegetales, principalmente de frutos rojos pero también de espárrago, aguacate, endivia o ajo, el grupo tiene un segundo eje de negocio que es “la producción de la plántula pequeña que se entrega directamente a los agricultores” y un tercero, que es el apoyo técnico “porque cada variedad tiene su manejo” y hay que ayudar al agricultor, explica.
De acuerdo a los datos del consejero delegado, Planasa cuenta con 4.000 empleados, está presente en 25 países y tiene 225 variedades registradas, “que requieren entre 8 y 10 años para su desarrollo”.
En una entrevista, Brinkmann subraya que se trata de un negocio mundial, con un 50% del negocio en América y un 45% en Europa, y el objetivo de llegar al 5% en China.
En este sentido, y respecto a la expansión internacional del grupo, señala que “ha crecido mucho en México, Perú o California” en los últimos tres o cuatro años, y que el foco también está puesto en Sudáfrica, Zimbabue o Zambia.
Y cita como ejemplo que en México alcanzan ya entre el 25 y 30% del mercado de la frambuesa, y en España y Marruecos, en torno al 25%.
Brinkmann pone en valor la situación de Planasa –que crece un 15%, mientras el resto del sector se sitúa en el +3-4%, de acuerdo a sus cifras- y asegura que “no hay ninguna actividad” en cuanto a la venta por parte de Cinven, operación que se preveía para final de 2022 y que se paralizó por la situación económica global.
“Hay mucho interés, pero no hay necesidad de vender ahora mismo; además de que es un ambiente un poco difícil en cuanto a la financiación”, afirma.
Respecto a la investigación de nuevas variedades -en la que Planasa ha invertido 25 millones de euros en los últimos 5 años-, el CEO detalla que además del desarrollo de aquellas más resistentes a la sequía y las plagas, el siguiente paso es trabajar en la mejora de la durabilidad, especialmente para reducir el desperdicio en la distribución y el consumidor.
El tercer objetivo, “ya que estamos orientados a la agricultura, es mejorar la productividad” y por tanto la rentabilidad, explica.
Fuente: efeagro.com