Nueva Zelanda se enfrenta a las consecuencias del ciclón Gabrielle, que azotó el país la noche del lunes. El primer ministro, Chris Hipkins, se ha referido a Gabrielle como el mayor fenómeno meteorológico que ha golpeado al país en el último siglo. Se estima que ha afectado al menos a un tercio de la población de 5 millones de personas del país. Se ha declarado el estado de emergencia nacional.
El ciclón ha provocado considerables inundaciones y corrimientos de tierra en la Isla Norte, al menos cuatro personas han perdido la vida y varias están desaparecidas. Centenares de personas han tenido que ser rescatadas de los tejados, muchas ciudades permanecen aisladas por las inundaciones y cerca de 225.000 personas se han quedado sin suministro eléctrico.
Los daños son peores en las zonas del litoral del extremo septentrional y en la costa este de la Isla Norte; Hawkes Bay, Coromandel y Northland están entre las más afectadas.
Los agricultores ya tenían dificultades después de las excesivas lluvias del verano y una reciente tromba de agua que derivó en la declaración del estado de emergencia en Auckland a principios de febrero.
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Kiwis
Todavía es pronto y, por tanto, resulta difícil determinar el alcance de los daños, según Colin Bond, CEO de NZKGI.
"Puesto que el ciclón Gabrielle continúa recorriendo la mayoría de las regiones productoras de kiwi de Nueva Zelanda, se espera que el sector del kiwi sufra cierto grado de daños. Aunque tenemos en el pensamiento a los productores afectados, por el momento se desconoce el alcance total del ciclón, ya que la situación continúa evolucionando. NZKGI reconoce, así mismo, que algunos agricultores siguen lidiando con las recientes inundaciones de principios de este mes".
"Las raíces de las plantas de kiwis que han quedado bajo el agua de las inundaciones durante periodos prolongados de tiempo sufrirán de falta de oxígeno, lo cual puede acabar matando las plantas. Además, existe también una preocupación más generalizada por las últimas condiciones meteorológicas, como la falta de horas de sol, que podría afectar al desarrollo de la fruta conforme se aproxima la cosecha. Actualmente, se está llevando a cabo la valoración del alcance de los daños que estos problemas puedan causar en la cosecha de este año, que se prevé que comience en las próximas semanas".
Aguacates
Jen Scoular, CEO de NZ Avocado, dice que los campos de aguacates ya habían recibido unas lluvias intempestivas, y que entre el viernes y el domingo y hasta el martes cayeron otros 200-300 ml de lluvia.
"Llegaron vientos fuertes del oeste, pero luego llegaron del este y provocaron verdaderos daños a los árboles grandes o a las ramas grandes de los árboles. Pero parece que la mayor parte de los daños podrían habérsela llevado los árboles muy jóvenes, derribados por completo. Se recomendó a los agricultores que no salieran mientras soplaban todavía vientos fuertes, así que muchos todavía tienen pendiente hacer recuento de los daños en su totalidad. La energía y las telecomunicaciones están caídas en varias regiones de la Isla Norte, lo que dificulta compartir las actualizaciones. Las regiones costeras de Bay of Plenty también se han visto afectadas por los vientos en particular".
La temporada de exportación de Nueva Zelanda prácticamente ha finalizado, pero, normalmente, los agricultores se guardan fruta suficiente para abastecer al mercado neozelandés hasta abril o mayo, cuando maduran los aguacates de la nueva temporada.
"Gran parte de esa fruta podría haber acabado en el suelo por efecto de los fuertes vientos. A través de nuestra web compartimos con nuestros agricultores algunos consejos muy relevantes para gestionar los daños causados por las tormentas en los huertos. Los agricultores aún no han podido valorar las consecuencias para el cultivo de la próxima temporada. Mucha fruta nueva ha sido golpeada o tirada del árbol por el viento".
Manzanas
La cosecha de manzanas de Nueva Zelanda también está en marcha y los trabajadores han sido evacuados por seguridad. "Algunos trabajadores se quedaron atrapados en el tejado de su alojamiento el martes después de que los ríos cercanos se desbordaran a causa de un temporal sin precedentes. Ahora, los trabajadores se encuentran a salvo en alojamientos temporales y están siendo atendidos por nuestro personal especializado en asistencia social. Estamos agradecidos por la ayuda de los servicios de emergencia, quienes pudieron ir a buscar a nuestro personal y llevarlo a un lugar seguro", expresa Gary Jones, de Mr Apple, a www.nzherald.co.nz
"La principal prioridad es la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores de Mr Apple, y nos gustaría asegurar a las familias de nuestros trabajadores del Pacífico que todo el mundo está a salvo y que les estamos prestando asistencia", añade.
"Estamos trabajando duro para establecer la ubicación y la seguridad de todo nuestro equipo en toda la región de Hawke’s Bay y proporcionar la asistencia necesaria, en especial para aquellos que han tenido que ser evacuados de sus hogares".
Explica que, como el resto de la región, Mr Apple se encuentra con la dificultad de unas comunicaciones y un acceso físico extremadamente limitados, pero que continúa centrándose en el bienestar de las personas primero.
Una portavoz de Leaderbrand, productora y proveedora de productos agrícolas con agricultores en la Isla Norte y la Isla Sur, dice que habrá escasez de frutas y hortalizas esta semana.
"Gisborne quedó completamente aislada y no hubo manera de comunicarse con nadie. No conoceremos el alcance de los daños hasta mañana. Habrá escasez de producto esta semana", declara a www.stuff.co.nz
El fuerte oleaje en torno al Puerto de Tauranga también ha provocado la suspensión de todas las recaladas, informa el puerto a www.porttechnology.org
Además, Puertos de Auckland liberó todos los buques atracados y no permitió que atraque ningún buque, dependiendo de lo precario de la situación.
Napier Port permaneció cerrado desde las 3 de la tarde, hora local, el 13 de febrero.
Hay un gran problema de cadena de suministro, pues los corrimientos de tierras y las inundaciones han imposibilitado el reparto de alimentos en algunas zonas.