Así lo afirmó el dirigente de la asociación peruana de productores de uva de mesaPROVID, Alejandro Cabrera, a Bloomberg, explicando que, aunque en la industria los exportadores y productores luchan por recuperarse de dos semanas de bloqueos y protestas, algunas frutas se están desviando desde el continente asiático hacia mercados más cercanos, como Centroamérica, con el fin de garantizar que las uvas lleguen intactas.
Y es que, aunque las exportaciones han crecido hasta triplicarse en la última década superando los disturbios sociales del pasado, el estallido social tras la destitución del expresidente Pedro Castillo en diciembre ha sido "particularmente perjudicial", coincidiendo con un momento clave para la fruta, que ha permanecido en campo o almacenada "más tiempo de lo normal".
El año pasado, Provid elevó su proyección de envíos para esta temporada a 73 millones de cajas, o unas 598.000 toneladas; esto representaría un aumento del 13% respecto al récord de la temporada anterior y situaría a Perú justo por delante del hasta ahora líder, Chile. Sin embargo, ahora la asociación realizará una nueva revisión de esas previsiones.
Asimismo, a medida que la industria se pone al día después de las protestas, enfrenta la posibilidad de una congestión de las entregas o un deterioro de la calidad, como remarcó Gonzalo Salinas, analista de productos de Rabobank.
"Podemos esperar que el precio medio de venta disminuya si el volumen de uva de mesa de Perú que llega al mercado está demasiado concentrado o si la calidad no es buena", dijo en una entrevista telefónica. "Aunque las frutas de Perú tienen una vida útil más larga, queda por ver si la interrupción tendrá algún efecto revelador", señaló Salinas, diciendo que la situación es "todavía delicada".
Fuente: Bloomberg / simfruit.cl