Una vez pasado el frío de las últimas semanas, que desde mediados de enero ha incidido en la productividad de los hortícolas almerienses, los cultivos empiezan a normalizar su rendimiento; entre ellos el tomate, como explica Julián Rodríguez, de CASI. “Ayer mismo estuvimos a 19 grados en Almería y las plantas están empezando a producir tomates de manera normal. Este episodio ha sido algo puntual y, afortunadamente, desde nuestra cooperativa, donde la producción se basa en un modelo de agricultura familiar, hemos podido dar servicio en todo momento a nuestros clientes”, remarca.
No obstante, en cuanto a los precios, “esta situación realmente nos ha dado un respiro, porque la campaña empezó mal; partimos con precios bajos que llegaron a estar entre 40 y 50 céntimos el kilo. Aunque hay que recordar que, a pesar de que se hayan disparado estas 3 semanas, solo cuando hagamos el balance de la campaña los agricultores sabrán cómo de rentable ha sido la temporada”, señala Julián.
Julián junto a Celedonio Pleguezuelos en la reciente edición de Fruit Logistica 2023.
Y es que las cotizaciones de las hortalizas en general experimentaron una rápida subida desde que las borrascas Gerard y Fien hundieran los termómetros por debajo de los valores óptimos productivos, dejando importantes incrementos intersemanales e interanuales en los precios de las alhóndigas andaluzas; en el caso concreto del tomate, el Observatorio de Precios y Mercados cifraba la subida en la semana 6 en un 18% respecto a la semana anterior –un 29% para el tomate tipo Pera, que también marcó un alza del 93% respecto a la misma fecha del 2022–, revelando que el volumen comercializado en la provincia “se había reducido cerca de un 30-35%” en solo 7 días.
“Como agricultor, yo te diría que estos precios ni siquiera son excesivamente caros, porque los consumibles como los abonos, el agua o la electricidad se han encarecido hasta un 90% este año. Solo por poner un ejemplo, el mismo saco de abono que el año pasado costaba 30 euros se vende ahora a 62 euros”.
“Además, este año ha faltado prácticamente un 20% de producto por el excesivo calor del otoño, que a la vez hizo que las plantas hayan crecido mucho más rápido, casi un 30% más de lo normal, echando nudos más distanciados”. Cabe señalar que los meses de octubre a diciembre han sido “extremadamente cálidos”, según la Aemet, registrando importantes anomalías térmicas respecto a la media en Almería; diciembre de 2022 marcó incluso un récord situándose como el mes de diciembre más cálido de todas las series registradas por la agencia meteorológica. “Y aunque el episodio de calima fue el año pasado, este año aún nos ha seguido afectando”, comparte Julián Rodríguez. “Hasta que no cayeron las primeras lluvias fuertes a finales de año, el polvo que se había acumulado sobre las cubiertas de los invernaderos no se fue, y ha estado quitándole luz a las plantas afectando a su crecimiento”.
“Sin embargo, somos luchadores y siempre trabajamos con ilusión y esfuerzo; de hecho, aún nos queda el 40% de la campaña y vemos muy buenas perspectivas. Nuestra cooperativa se diferencia por su buen trabajo, su buen producto y por apostar por una línea de tomates de sabor con la que pocos pueden competir, y de cara a la primavera ya hemos planificado la campaña para seguir dando el mejor producto a nuestros clientes”.
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