Sin duda, la piña es una de las frutas tropicales más importada por España; los datos de Faostat indican que en 2021 fue, de hecho, la tercera más comprada de entre las principales especies tropicales, solo por detrás de las bananas y los aguacates. No obstante, el país cuenta con producción propia de esta fruta y, aunque por ahora la producción se consume en su lugar de origen, las Islas Canarias, muchos esperamos que un día su comercialización llegue a la península.
“Esta campaña, en la Cooperativa Frontera esperamos producir entre 800.000 y 900.000 kilos de piña”, explica Fabio Toledo. “Sin embargo, es una cantidad menor que la que hemos estado produciendo otros años, ya que solo en 2019 llegamos a 1.200.000 kilos”.
“Estamos teniendo bastante presión de plagas por culpa de la cochinilla, que transmite una virosis que marchita la planta y que hace que una plantación que debería estar produciendo piñas hasta durante 5 años tenga que arrancarse en la segunda cosecha”.
“Las hormigas trasladan a la cochinilla entre las plantas expandiendo la plaga, desplazándose por debajo de los plásticos que utilizamos para el cultivo de la piña tropical aquí en El Hierro; pero el mayor problema es que no contamos a día de hoy con ninguna materia activa desarrollada para hacer frente a esta plaga en el cultivo de piña. En 2019 era un problema que veíamos desde bastante lejos, pero en 2023 ya es una realidad, y la merma es evidente”, comparte Fabio. “Y eso que se supone que la superficie de producción de nuestra cooperativa ha aumentado respecto a 2019 hasta un total de 80 hectáreas, pero los rendimientos han caído de los 1,4 kg/m² de entonces a los 1,1 kg/m² a los que llegamos hoy”.
La cosecha de piña en El Hierro se produce durante todo el año gracias a la planificación de los agricultores de la cooperativa con la que surten durante los 12 meses al mercado canario, en el que por motivos fitosanitarios están prohibidas las importaciones de piñas foráneas. “En estos momentos en concreto, la ola de frío de enero, que bajó las temperaturas nocturnas a 12 grados, ralentizó la maduración de la fruta y la cosecha prevista para enero se está empezando a recoger ahora, pero en ningún caso hemos tenido pérdidas por el frío”.
A pesar de estas adversidades, remarca Fabio, “en Cooperativa Frontera somos los principales productores de piña de España, y me atrevería a decir que de toda Europa, y trabajamos para seguir siéndolo”.
“Por ahora, continuaremos vendiendo nuestra piña Roja Española en el archipiélago porque, por un tema de precios, vemos difícil competir en la península con las piñas importadas; los gastos de producción en campo ya suben a 1,5 euros por kilo, a lo que tendríamos que sumar el transporte”. 
“Pero hay que recordar que lo mismo pasa con el plátano de Canarias y la banana importada, y a pesar de tener un precio mayor, el plátano canario tiene una buena demanda y es muy valorado por los consumidores españoles”, expone el técnico agrícola de Cooperativa Frontera. “Lo mismo podría llegar a pasar entre la piña Roja Española de Canarias y la MD2 importada; aunque para plantearlo, lo primero que sería necesario es ampliar la producción en las islas”.
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