La empresa agrícola neozelandesa Seeka ha anunciado unos beneficios netos después de impuestos de 6,5 millones de dólares tras un año difícil debido a la COVID-19 y una bajada de los rendimientos en todo el sector.
Michael Franks, director ejecutivo de Seeka, explica que "Seeka y sus agricultores proveedores han experimentado un año muy difícil en 2022, con extrema escasez de trabajadores, interrupciones en los envíos, bajada del rendimiento del cultivo y una fruta de baja calidad, todo lo cual ha afectado a los beneficios".
En la campaña 2022 se produjo una bajada generalizada de los rendimientos del kiwi, lo que se combinó con los problemas de almacenamiento, tanto nacionales como fuera, como resultado directo de la pandemia. Franks indica: "Pese a lo difícil de la temporada, Seeka logró un incremento de los ingresos a 348 millones de dólares a raíz de los nuevos negocios adquiridos. Sin embargo, las labores de envasado alcanzaron su pico durante la ola de COVID, lo que se tradujo en una marcada falta de mano de obra, unos costes laborales más elevados y presión sobre la producción. Esto se sumó a la bajada de los rendimientos en los campos, lo cual afectó a los márgenes y contribuyó a un descenso del ebitda a 46 millones de dólares y de los beneficios netos después de impuestos a 6,5 millones de dólares".
Desde la cosecha de 2022, Seeka ha revisado las operaciones de su cadena de suministro, desde el campo hasta la carga, y se ha centrado en alcanzar la excelencia en la manipulación de la fruta en 2023. Seeka prevé una mejora de la oferta de mano de obra con un gran aumento de trabajadores de temporeros reconocidos procedentes del Pacífico y Malasia, y una normalización de los viajes. Franks explica: "La finalización de una línea de envasado altamente automatizada en Bay of Plenty y los proyectos de automatización en Gisborne y en Oakside aumentarán la capacidad de envasado de Seeka, mejorarán la manipulación de la fruta y reducirán significativamente la demanda de mano de obra de envasado".
A principios de la semana pasada, Seeka anunció que su almacén de envasado de Gisborne había retomado la actividad tras el ciclón Gabrielle. La principal región productora de kiwi de Seeka, Bay of Planty, se salvó de lo peor del temporal y no sufrió daños materiales. No obstante, las actividades en las regiones de Hawke’s Bay, Gisborne, Coromandel y Kerikeri sufrieron diversos grados de afectación, y Hawke’s Bay se llevó la peor parte. Aproximadamente el 5% de la oferta de kiwi de Seeka se cultiva en la región de Hawke’s Bay.
Franks comenta: "Hemos estado inspeccionando nuestras instalaciones de poscosecha y los huertos proveedores para evaluar el impacto potencial en la cosecha de 2023. Aunque no hemos observado daños significativos en nuestras instalaciones de poscosecha, prevemos que la afectación total en las cosechas seguirá siendo desconocido hasta que se recolecte la fruta. Seguiremos evaluando la situación y actualizaremos el mercado si Seeka identifica una pérdida material".
Mientras Seeka se centra en la prestación de servicios, sigue aplicando una serie de iniciativas de descarbonización para favorecer la salud y el bienestar de sus comunidades locales. Seeka se ha fijado el objetivo de alcanzar una huella de carbono cero para 2050 y está instalando paneles solares en sus instalaciones de poscosecha. La organización también ha empezado a implantar prácticas de horticultura regenerativa, incluida la explotación de su propia granja comercial de lombrices, que recupera un acondicionador del suelo rico en nutrientes a partir de los residuos orgánicos de los almacenes.
Para más información:
Rhian Ecclestone
Seeka
Tel.: +64 027 253 4394
Email: rhian.ecclestone@seeka.co.nz
