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“Nuestra razón de ser es ayudar al agricultor a mejorar”

Así lo afirma Roberto García, director de Innovación Agroalimentaria en Cajamar y máximo responsable de la estación experimental Las Palmerillas, impulsada por la Fundación Cajamar en El Ejido.

El centro de investigación se levantó en 1975 para apoyar el desarrollo de tecnologías aplicadas a la agricultura. Cuenta con 14 hectáreas de cultivos y 30 invernaderos donde se realizan investigaciones y pruebas de dispositivos que puedan ayudar al campo en general y al cultivo bajo plástico en particular, que llevan a cabo más de 17.000 agricultores en la provincia en unas 32.000 hectáreas y cuya facturación ronda los 3.000 millones de euros.

En Las Palmerillas hay tres líneas básicas de investigación: el uso eficiente de los recursos hídricos, la mejora de las estructuras de los invernaderos y la lucha contra las plagas. Con respecto a esta última línea, desde el año 2020 los centros experimentales de Cajamar participan en el consorcio formado por empresas e instituciones de investigación agronómica de 14 países europeos que están desarrollando la iniciativa SmartProtect (“Metodologías avanzadas y tecnologías para la protección de cultivos hortícolas”).

“Nuestro objetivo es la aplicación práctica de los últimos desarrollos científico-técnicos aplicados a la gestión de plagas (GIP) en el sector, uno de los pilares fundamentales de la estrategia europea para una agricultura sostenible, eficiente y competitiva, a partir de la combinación racional de la utilización intensiva de tecnologías digitales y técnicas respetuosas con el medio ambiente como el control biológico, la innovación en el manejo de cultivos y el uso esporádico y localizado de los plaguicidas autorizados”, describen desde la propia Fundación Cajamar.

Junto a las trampas digitales que se testean en el proyecto, en los invernaderos de La Palmerillas se pueden ver otros muchos dispositivos electrónicos. Hay sensores que miden la radiación solar –dentro es un 60% menor que en el exterior– y otros que lo hacen con la temperatura o la humedad relativa. A cualquier agricultor le bastan esos datos y la previsión meteorológica de los próximos siete días para saber cuánta agua necesita su cultivo bajo plástico.

No obstante, el cálculo es accesible a cualquier agricultor a través de la plataforma Tierra, puesta en marcha por el Grupo Cajamar en 2021 para unificar el conocimiento y transferirlo al sector.

Esos cálculos forman parte del proyecto IGUESS-MED desarrollado junto a Túnez, Turquía e Italia. Los dos últimos países ya lo prueban en sus invernaderos con resultados positivos.

Espacios de experimentación para startups
En estos invernaderos almerienses también se prueban sensores como los desarrollados por la empresa Ikostech, una de las primeras en formar parte de la incubadora que lanzó hace dos años la Fundación Cajamar. Otras firmas como Agualytics, Smart Inver o Bihox Agro se encuentran en distintas fases de incubación o aceleración.

 

Fuente: elpais.com

Fecha de publicación: