Las restricciones antisequía anunciadas y decretadas por el Govern afectarán inevitablemente a la agricultura, ya que entre las medidas se encuentra la de reducir un 40% el riego agrícola. Esta disminución intentará ser suplida con aguas regeneradas provenientes de desalinizadoras o depuradoras que, como admite Xavi Oliva, secretario de la Cooperativa Agrícola de El Prat de Llobregat, "pueden salvar las cosechas".
"El agua regenerada que nos envían pasa todos los controles, y nosotros también hacemos revisiones. El producto de nuestra huerta va a ser excelente un año más, pero reducen, reducen y reducen y cada vez es más complicado".
Con él coincide el agricultor Germán Domínguez, quien confiesa: "Por primera vez, estoy reflexionando muy seriamente sobre si plantar tomate y calabacín. Es lo que hago cada verano, pero si no tiene que llover y las temperaturas tienen que ser altísimas, pues no lo tengo claro".
Desalinizar o morir
Ambos consideran que el Govern debe mejorar las infraestructuras para que reciban todo el caudal posible, pero admiten que la previsión en cuanto a desalinizadoras y depuradoras ha sido la correcta: "Sin ellas estaríamos muertos, de hecho, la sequía de hace 15 años fue peor para nosotros porque no teníamos agua depurada de la calidad actual".
Fuente: elperiodico.com