Una vez más un durián ha protagonizado una situación sorprendente. En este caso, según informó el portal TRT Haber, un avión que realizaba el vuelo Estambul-Barcelona tuvo que regresar al aeropuerto mientras sobrevolaba el espacio aéreo búlgaro, por precaución, porque los sensores detectaron el fuerte olor que desprendía la fruta en la bodega de carga. No en vano, el durián es conocido como la fruta más apestosa del planeta.
Finalmente, los pasajeros pudieron partir hacia Barcelona en otro avión.
Fuente: clarin.com