Este invierno, la producción de hortalizas de la empresa Zeiler estuvo parada cuatro meses debido a la crisis energética. "Teníamos que tener en cuenta los precios de la energía, que se habían multiplicado por diez, y esto habría desembocado en un precio de venta entre un 50% y un 70% más alto que en años anteriores. Con esos precios, no sería posible encontrar compradores", explica Christian Zeiler a ORF.
Para LGV Sonnengemüse de Viena-Simmering, la campaña de este año también empieza un poco tarde, afirma Josef Peck, miembro de la junta directiva de LGV. "Ya tenemos los primeros pepinos. El año pasado los obtuvimos una semana antes. Los pimientos de colores llegarán dos o tres semanas más tarde. Los tomates llegarán probablemente en la semana 12, es decir, también dos o tres semanas más tarde de lo habitual".
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