Este año, la campaña productiva y comercial de la zanahoria siciliana se presenta diametralmente opuesta a la pasada. Todo comienza con la falta de producto en el norte de Europa, que, debido a la sequía, terminó la temporada mucho antes de lo habitual. Hablamos principalmente de los Países Bajos, Francia y Alemania, que, con existencias ahora muy limitadas, abren una interesante ventana comercial para la cosecha de las nuevas zanahorias de las zonas mediterráneas: Sicilia, España, Israel y Portugal.
Patrizia Calabrese.
"Los primeros pedidos de los países del norte de Europa nos llegaron hace unas semanas", confirma Patrizia Calabrese, de la organización de productores Fonteverde. "Esperamos una demanda buena y sostenida en el tiempo. Ya hemos comenzado a cosechar las primeras zanahorias, pero también tenemos que esperar hasta que maduren bien. En las próximas semanas, las áreas a cosechar serán cada vez mayores y esto solo infunde optimismo entre nuestros productores. Puesto que el producto también escasea en el norte de Italia, las previsiones de ventas para nuestro producto son buenas. Y es que el retail tendrá que volverse hacia Sicilia".
"Además de la reducción de la superficie sembrada, registramos también una pérdida de producto del 10% debido a los daños causados por el ciclón que azotó la isla de Sicilia durante los diez primeros días del pasado mes de febrero, lo cual dará lugar a precios bastante altos. No obstante, debemos mantener una actitud de cautela porque queda por ver cuál será la reacción de los consumidores en un contexto de inflación. Por el momento, las cantidades disponibles se destinan principalmente a la venta del producto bajo la etiqueta IGP Carota Novella di Ispica, que es cada vez más apreciado por los consumidores".
"En un clima de incertidumbre general, para esta temporada de pimiento 2022/23 hemos decidido reducir la superficie cultivada", continúa Calabrese. "La baja rentabilidad de la referencia desalienta las inversiones de los empresarios agrícolas, que además tienen que luchar contra varios problemas fitosanitarios, la escasez crónica de mano de obra y el aumento de los precios de los insumos. Y a pesar de nuestra prudencia, no todo salió como esperábamos tras el calor de los meses de noviembre y diciembre".
"En los dos últimos meses del año pasado tuvimos una maduración temprana del pimiento. La mayor oferta, sin embargo, no desequilibró en exceso el mercado, ya que el precio en campo fue de 1,00-1,10 €/kg. Cotizaciones aceptables que, sin embargo, se dispararon hasta alrededor de 2,30-2,50 €/kg en enero y febrero de 2023, cuando faltaba el producto no solo en Italia sino también en España. La demanda superó la oferta y nos encontramos sin poder satisfacer todos los pedidos, especialmente en febrero. Los mercados europeos también carecían de pimiento holandés, que, en el ciclo de invierno, vio una reducción en la producción bajo luz artificial. De momento, los precios siguen siendo atractivos y alcanzan un rango entre 2,00 y 2,20 €/kg. Próximamente llegará el producto cultivado en invernadero, para terminar en junio, mientras que la producción bajo túnel está llegando a su fin en estos días", concluye Patrizia Calabrese.
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Patrizia Calabrese
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