“En Moro y en el valle de Nepeña hay más de 4.000 agricultores que no pueden sacar sus productos y eso les generaría grandes pérdidas económicas. Por ejemplo, estábamos en plena cosecha de palta y recién hemos iniciado la cosecha de mango para la exportación”, señaló el director ejecutivo del Servicio para el Desarrollo Integral Rural (Sedir), Juan Cerna Espinoza.
La destrucción de varios tramos de carreteras ocasionada por las lluvias en los distritos de Moro, Cáceres del Perú-Jimbe y Pamparomás en la región Áncash, además de aislar a varios pueblos, se han convertido en una barrera para sacar de los campos productos de exportación.
Solo en el Valle de Nepeña hay 3.500 hectáreas de cultivo de paltos (2.300 hectáreas) y de mangos (1.200 hectáreas), que requieren una media de 10.000 soles por cada hectárea. Como consecuencia de las lluvias y los huaicos, además de los daños en vías de comunicación en Moro, Pamparomás y Jimbe, varios ya han reportado la pérdida de sus plantaciones.
Agua urgente
El director ejecutivo de Sedir, Juan Cerna, también señaló que otra de las prioridades es la reparación de los servicios de agua y desagüe que colapsaron como consecuencia de las intensas lluvias. Los pobladores de Moro y Pamparomás se abastecen con agua de camiones cisternas de parte de las municipalidades, sin embargo, en casos extremos la población consume agua de lluvia al no tener otra alternativa.
Fuente: agraria.pe