Hoy arrancan las primeras ventas de las cerezas más precoces y caras del mundo, cultivadas en Lleida y Huesca en invernaderos, las únicas que cubren el hueco entre finales de marzo y finales de abril en los dos hemisferios.
“Es un año ideal en producción, con rendimientos que rondan las 12 y 13 toneladas por hectárea”, cuenta Óscar Ortiz, director comercial de Cherries Glamour, que cumple 20 años comercializando este producto que continúa siendo exclusivo en el mundo. “Sabemos que están intentando imitarnos en China, pero son proyectos todavía muy arcaicos”.
“Si bien nuestras cerezas empezaron conociéndose por la precocidad, con el tiempo han ido reconociéndose también por su calidad. Se trata de un producto de lujo con mucho caché, por lo que debe ser sabroso y tener una buena vida útil para justificar sus altos precios. Trabajamos con las variedades low chilling más innovadoras de obtentores californianos, siendo el reto ajustar al máximo los costes energéticos –y más en los tiempos que corren–, sin que su calidad se vea condicionada”, indica Óscar.
De acuerdo con el director comercial de Cherries Glamour, las ventas siguen cobrando más importancia en mercados de Oriente Medio y el sudeste asiático, habiéndose consolidado el mercado europeo, más sensible a la coyuntura económica actual.
“Con la irrupción de la pandemia hace tres años y por estas fechas, se desmoronaron las ventas en Europa, mientras que en Asia, aunque hubo algunos parones, fueron mucho menos importantes. Esto nos movió a buscar más mercados en el sudeste asiático y en Oriente Medio, donde se mantiene un crecimiento sostenido. Mientras tanto, esta inflación galopante está influyendo bastante en la alegría de compra de los consumidores europeos para este tipo de caprichos de lujo”.
Con tal de recuperar el mercado ruso, que perdió en 2014 por el veto a los productos alimenticios europeos, Cherries Glamour está trabajando en replicar su modelo de negocio en Israel. “Llevamos dos años trabajando en Israel para producir y comercializar las cerezas igual que hacemos en España, pero apuntando al mercado de Rusia, que llegó a ser nuestro principal destino de exportación. Supone un gran reto, pero la verdad es que el proyecto está ya muy avanzado”, adelanta Óscar Ortiz.
La producción de estas cerezas tan precoces es 100% de invernadero y enlaza con las primeras cerezas de campo abierto a partir de la última semana de abril. Este año, de acuerdo con Óscar, si bien se preveía un retraso de dos semanas por el periodo prolongado de bajas temperaturas en febrero, la situación ha dado un giro de 180º. “Desde hace días está haciendo tres veces más calor de lo habitual en las zonas más precoces, por lo que a fecha de hoy podría incluso adelantarse la cosecha una semana”.
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Óscar Ortiz
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