Las últimas cifras compartidas por el Miteco sitúan la reserva hídrica nacional en un 51,2% de su capacidad total, que se reduce a un 25,8% en cuencas como la del Guadalquivir o a un 27,2% para las cuencas internas de Cataluña.
“En algunas cuencas la situación es incluso peor que la del año pasado. En principio, la dotación máxima por hectárea es de 700 metros cúbicos, pero para quienes tenían una dotación normal de 6.000 metros cúbicos es un riego ruinoso”, explica a Efeagro el presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), Andrés del Campo.
Ante esta situación, Del Campo afirma que se están sembrando cultivos de secano en zonas de regadío para al menos salvar ciertas producciones por poco que llueva. Paralelamente aumenta el empleo de la tecnología para optimizar el uso del agua ante su escasez, pero con la incertidumbre que supone el cambio climático, los agricultores corren el riesgo de ver reducidos su productividad y sus ingresos, lo que dificulta la instalación de nuevos sistemas de riego, según el representante de los regantes.
Al respecto, cabe recordar que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha presupuestado cerca de 600 millones de euros para la modernización de los regadíos hasta 2026, y si a esos fondos europeos se suman otros como los del Perte agroalimentario o las aportaciones de las comunidades de regantes, la cifra asciende a 2.130 millones entre 2021 y 2027.
La lucha por el agua
El pasado enero, el Consejo de Ministros aprobó doce nuevos planes hidrológicos, entre ellos el del Tajo, que busca garantizar su caudal ecológico, una decisión contra la que han anunciado medidas judiciales los gobiernos de Murcia, Andalucía y Comunidad Valenciana.
La directora de la fundación Ingenio, Natalia Corbalán, explica que con el recorte “injustificado” del trasvase apenas recibirán 30 hectómetros cúbicos de agua, frente a los 122 que tiene de dotación la comunidad de regantes del campo de Cartagena, y calcula pérdidas patrimoniales por valor de 5.700 millones de euros.
En Castilla-La Mancha, el portavoz de la Comisión del Agua de Cooperativas Agro-alimentarias de la región, Julio Bacete, recuerda que la mayor dotación del Tajo irá destinada a ampliar su caudal pero no a ningún regadío. También allí los agricultores sufrieron el año pasado los efectos de la sequía con una menor producción y este año la historia amenaza con repetirse, por lo que Bacete llama a estudiar en profundidad el potencial que tienen las aguas subterráneas para hacer frente a la escasez de agua.
Fuente: efeagro.com