Todo apunta a que esta será la campaña en la que los productores de cereza de Alicante pondrán fin a cinco largas temporadas totalmente ruinosas; cabe recordar que solo el año pasado las pérdidas fueron superiores a los siete millones de euros debido a un temporal que se prolongó durante veinte días, así como al impacto del granizo en plena fase de recolección.
Como recuerda el presidente de la Denominación de Origen Cerezas Montaña de Alicante, Hilario Calabuig, “en este cultivo nunca se puede cantar victoria, porque se encuentra expuesto a muchos factores que pueden dar al traste con las previsiones. Pero, de momento, la cosa pinta muy bien, porque el tiempo está siendo perfecto y la floración avanza de forma adecuada. Sin duda, podemos estar ante una gran campaña”.
Alberto Llorens, técnico de la Cooperativa de Planes, destacó por su parte que “el clima está acompañando y, además, se ven abejas, cuando el año pasado no había ni una por culpa de la lluvia”. De hecho, “si no se tuercen las cosas”, los productores esperan en el actual ejercicio una campaña récord, con una cosecha superior a los cuatro millones de kilos.
El único inconveniente es el retraso con el que ha llegado la floración, lo que propiciará que la recolección empiece alrededor del 10 de mayo, más tarde de lo que lo hará la zona productora del Valle del Jerte, que saldrá beneficiada por los precios más altos que se pagan al inicio de la campaña. La diferencia, en cualquier caso, será mínima, y aunque ahora mismo resulta muy arriesgado hacer previsiones, el volumen de negocio podría llegar a superar los ocho millones de euros.
La zona productora está situada, principalmente, en las comarcas de l’Alcoià, El Comtat, la Marina Alta y el Alto Vinalopó, y en su conjunto suma alrededor de 1.600 hectáreas.
Fuente: informacion.es