La empresa Fertil comenzó a producir y comercializar los terrones Fertiss en 1985. "Los terrones Fertiss fueron los primeros para la propagación vegetal. Todo el interés agronómico del terrón reside en el hecho de que tiene un tejido que rodea el suelo para obtener un límite aéreo, con el fin de favorecer la emisión de más raíces en el suelo y tener así plantas más robustas. Esto también significa que tenemos un producto extremadamente limpio, porque la tierra no cae alrededor de los terrones, lo que maximiza la aireación de las raíces que se forman, y de ahí el porcentaje de esquejes que se obtienen. Esto supuso una gran revolución en su momento. El terrón se componía entonces de un sustrato a base de turba con fertilizante y otros aditivos en función de la demanda del cliente y de las necesidades de determinados cultivos específicos", informa Francis Paon, de la empresa Fertil.
El terrón Fertiss.
Inglaterra: el primer mercado en demonizar la turba
Pero desde 2017, la empresa ha dado un nuevo giro. Ha optado por ofrecer un terrón Fertiss sin turba para contribuir a conservar los hábitats naturales y el medio ambiente, valores muy apreciados por la empresa: "Nuestra decisión fue impulsada por nuestros clientes ingleses, que, para conservar sus turberas, querían estar libres de turba. Tanto es así que, hoy en día, el uso de turba tiene muy mala prensa en Inglaterra. Este planteamiento no solo conserva entornos naturales especialmente ricos en biodiversidad, sino que también evita la liberación masiva de gases de efecto invernadero cuando se destruyen las turberas. Todos estos son compromisos que agradecemos".
Componentes de Fertiss.
Una mezcla muy técnica casi idéntica a la turba
Por ello, Fertil ha realizado numerosas pruebas con tierra sin turba hasta dar con la mezcla que le permitiría alcanzar una tasa de éxito cercana al 100%: "Tenemos una experiencia interesante porque Fertil forma parte del grupo Florentaise, que ya se dedica a la producción de tierra sin turba. Por tanto, hemos podido poner en común nuestros conocimientos para ofrecer una mezcla única, a la vez cualitativa y sostenible. Esta nueva receta se basa en fibra de corteza de pino semicompostada (Turbofibre), fibra de madera (Hortifibre), compost a base de estiércol de vaca al que añadimos aditivos como perlita y fertilizante para finalizar la tierra. Esto nos permite tener una estructura casi idéntica a la de la turba con una tierra que tiene el mismo comportamiento, es decir, drenante, nutritiva y estable. Hasta la fecha, somos los únicos en Europa que ofrecemos este tipo de tierra para terrones. Es más fácil obtener una tierra sin turba para rellenar las placas que hacer terrones, lo que requiere un calibre de fibra particular".
Tierra sin turba: cada vez más solicitada
Una tendencia que, aunque se originó en Inglaterra, empieza a extenderse a otros países europeos. "Existe una conciencia real de la importancia de conservar las turberas. Cada vez tenemos más peticiones de países como Países Bajos, Bélgica y Francia. En general, el mundo de la horticultura opta por rechazar la turba".
Tierra sin turba de coco para una mayor durabilidad y calidad
Hoy en día, cada vez hay más tierra sin turba. Pero Fertil es una de las pocas empresas del mercado que ha creado una tierra basada en materias primas locales. "Muchos competidores fabrican tierra sin turba, pero a base de turba de coco. Sin embargo, esta materia prima tiene dos grandes desventajas. Desde el punto de vista medioambiental, no es muy pertinente abastecerse a más de 10.000 km de distancia de donde uno se encuentra. Además, se depende de las variaciones de precios de los proveedores y de la logística, lo que no ocurre cuando, como nosotros, todo se hace en la propia empresa. Además, la turba de coco está sujeta a un alto nivel de salinidad, cuya variación depende del proceso al que se someta. Un sustrato demasiado salado es fitotóxico, sobre todo para las plantas jóvenes, que son hipersensibles. Por tanto, existe el riesgo de quemar las plantas. Y el problema es que es difícil controlarlo de antemano. Puede haber una gran diferencia de calidad entre dos suelos de turba de coco. En lo que a nosotros respecta, estamos especialmente atentos a la calidad de la tierra que ofrecemos. Nuestras mezclas están muy bien adaptadas para obtener siempre un resultado cercano al 100% de éxito. Ajustamos nuestras mezclas de un día para otro en función de nuestra materia prima, que, al estar viva, es susceptible de variar en términos de estructura y de humedad en particular".
Producir sus propios terrones: una opción limitante y económicamente poco atractiva
Además de su gran tecnicidad, estabilidad y ética medioambiental, el terrón Fertiss presenta otras ventajas para su usuario: "Los productores no tienen que fabricar ellos mismos los terrones. Se fabrican bajo demanda con una tierra de muy alta calidad que permite una calidad de crecimiento óptima, lo que evita pérdidas debidas a esquejes que no han cuajado. Por otra parte, las empresas hortícolas que han optado por invertir en equipos de elaboración de terrones a menudo solo pueden hacer un esqueje. La máquina solo funciona durante una determinada época del año, lo que no resulta especialmente interesante desde el punto de vista económico. Al estar especializados en este campo, nuestras 6 máquinas nos permiten ofrecer diferentes tamaños y podemos adaptar los diámetros de los terrones gracias a herramientas de gran rendimiento. También disponemos de técnicos dedicados a esta actividad con conocimientos específicos, a diferencia de una empresa agrícola".
Para más información:
Francis Paon
Fertil
Teléfono: +33 (0)6 71 70 69 70
francis-paon@fertil.fr
www.fertil.fr