El sector sudafricano de la fruta estudia la posibilidad de privatizar parcialmente el puerto de Ciudad del Cabo, con una zona de carga reservada a los productos frescos.
En su último boletín, Hortgro, el organismo del sector de la fruta de hoja caduca, presenta a un agricultor de ciruelas en el montón de compost donde han sido arrojadas sus ciruelas, demasiado maduras para la exportación.
La carga en buques de carga a granel desde la terminal privada del puerto de Ciudad del Cabo es inasequible para los productores que luchan por mantenerse a flote, observa.
André le Grange, productor de fruta de hueso a las afueras de Stellenbosch, expresa a Hortgro que culpa a los retrasos en el puerto de Ciudad del Cabo de los rechazos de las ciruelas de más de treinta días cuando se recibieron en Europa. Señala que, en la plantación, sus empleados consiguen cosechar, envasar y enfriar la fruta en 48 horas, solo para ver cómo se estropea entre la puerta del almacén y el barco. Dice que está dispuesto a llevar la fruta demasiado madura al puerto en señal de protesta.
André le Grange con sus ciruelas de exportación, ahora en el montón de compost (foto: Hortgro).
Hortgro calcula que este año se exportarán 13,45 millones de cajas de 5,25 kg de ciruelas, frente a los 15,46 millones de cajas del año pasado, lo que supone un descenso del 14%.
"El sector se está estancando a lo largo de toda la cadena de costes", explica a Hortgro. Este es el segundo año consecutivo en el que los productores de fruta de hueso se ven sometidos a problemas operativos en el puerto que, según él, suponen una amenaza existencial para el sector frutícola.
En la reciente feria de cítricos, el director general de una empresa exportadora de fruta de hueso exigió la dimisión de la directora general de la empresa portuaria Transnet, Portia Derby, que estaba presente. Esto recuerda una carta filtrada en enero por el Minerals Council of South Africa (que representa a los empresarios mineros) en la que supuestamente también pedían a la junta de Transnet su despido.
El sector frutícola mantiene consultas semanales con Transnet, pero la sensación entre los productores, según señala el boletín, es cada vez más que la diplomacia debe traducirse ahora en acciones concretas antes de que más explotaciones se vean obligadas a cerrar sus puertas.