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Hans Meiring

"Todas las plantaciones están bajo mallas y a lo largo de los años cada granizada nos ha enseñado valiosas lecciones"

Las inclemencias meteorológicas son uno de los mayores quebraderos de cabeza para los agricultores de todo el mundo, pues una tormenta de granizo puede destruir la cosecha en cuestión de minutos, por lo que cada vez son más los productores que invierten en mallas antigranizo para proteger sus cultivos.

Hans Meiring, consultor de producción frutícola en Sudáfrica, afirma que las enormes pérdidas ocasionadas por el granizo en la zona de Ceres y Langkloof esta temporada podrían haberse evitado si hubiera más plantaciones protegidas con mallas antigranizo eficaces.

"Durante los últimos 25 años me he dedicado a la producción de manzanas en las zonas productoras del norte del Estado Libre y en Mpumalanga, y a la producción de las nuevas manzanas de bajo frío en la provincia de Limpopo. Todas las plantaciones están protegidas por mallas y, a lo largo de los años, cada granizada nos ha enseñado valiosas lecciones. De ahí nacieron algunas soluciones innovadoras que podrían ser de gran valor para los agricultores que se inician en el negocio de las mallas. Hace cinco años, en la plantación de Pierre Burger, en el valle de Koo, se instaló un sistema de malla típico del Estado Libre. Desde el primer día quedó claro que las mallas tenían un enorme efecto en sus árboles, así como en la calidad de su fruta. Este año los resultados fueron aún más espectaculares y eso le hizo decidirse a poner también algunos albaricoques tardíos bajo mallas".

Según Hans, en Sudáfrica se ha producido un gran movimiento para cubrir las plantaciones, pero se trata de una gran inversión, sobre todo en tiempos como los actuales, en los que todos los costes aumentan y los mercados son volátiles.

"Los agricultores saben que deben hacerlo, pero es caro. Solo hace falta una granizada importante para recuperar el coste de la inversión, y hay muchas más ventajas además de salvar la cosecha. El tiempo en Sudáfrica es duro y la fruta puede quemarse con el sol. También crean un ecosistema protegido y ahorran alrededor de un 30% de agua de riego, además de proteger del viento".

Foto: Pierre Burger de la plantación Protea, valle de Koo.

Hans lleva 30 años trabajando con el sistema y ha visto todo tipo de mallas con resultados diversos.

ClemenGold bajo un nuevo sistema de mallas en Burgersfort.

"Hace unos 15 años, los agricultores se reunieron para intercambiar resultados y estudiar los distintos sistemas, algunos muy eficaces y otros menos. Hay una gran diferencia en la calidad de las mallas, y hemos descubierto que las mallas tejidas son las más eficaces y duraderas. Si los agricultores invierten mucho dinero, quieren que las mallas duren más de un par de años; con las mallas tejidas hemos comprobado que son eficaces durante unos 10 años, a veces mucho más".

Cultivo protegido en Goedehoop Lydenburg.

Solo hay una fábrica de mallas tejidas, pero su capacidad es limitada. Para conseguir mallas suficientes, Hans ha trabajado con una fábrica de China que puede producir mallas de buena calidad a buen precio, fabricadas específicamente según un diseño sudafricano y capaces de soportar las duras condiciones de Sudáfrica.

 

Para más información:
Hans Meiring
Tel.: +27 83 627 6493 
hans@isat.co.za 

Fecha de publicación: