Con la excepción de 2018, España ha vivido una década con una clara escasez de precipitaciones. "El año pasado, dependiendo de la zona, todavía había suficiente agua de riego y también llovió lo suficiente para la producción de patatas. Gracias a ello fue posible garantizar la producción habitual de patata temprana. Sin embargo, las restricciones del año pasado para el uso de agua de riego de la infraestructura hidráulica estatal se han vuelto a endurecer considerablemente, lo que hace imposible la producción temprana de patatas sin pozos o sin lluvias suficientes", afirma Georg Kolmhofer, de la empresa sevillana de patatas Sesur.
La producción destinada a la exportación se cultiva normalmente en las semanas próximas a Navidad. En la temporada actual, sin embargo, gran parte de la tierra no se plantó hasta finales de enero. "Debido a la demanda del comprador, algunas zonas se plantaron también en noviembre para garantizar la entrega ya en abril", prosigue Kolmhofer.
Georg Kolmhofer (fotografiado aquí en el Weuthen Potato Day 2022) vive y trabaja en Sevilla desde hace muchos años. Además de comercializar patatas tempranas, este austríaco se dedica a ensayar variedades para conocidas empresas de mejora de patatas del sur de España.
Daños mínimos por heladas
Desde mediados de diciembre hasta hoy se han registrado unos 40 mm de precipitaciones. Desde finales de enero hasta principios de marzo, las temperaturas nocturnas descendieron varias veces en torno al punto de congelación, aunque Kolmhofer afirma que "aparte de en las escasas zonas de cultivo temprano, no se produjeron daños significativos por heladas. Eso sí, el crecimiento se desarrolló con mucha lentitud debido a las bajas temperaturas nocturnas y a la falta de precipitaciones".
A partir de marzo, la zona de Sevilla registra temperaturas máximas diarias de 25-30 ºC y se utilizan aspersores. "El crecimiento de las plantas es observable en estas condiciones y también cabe destacar que, por ahora, las plantas actuales no se han visto amenazadas por el tizón tardío debido a que apenas se registran precipitaciones o nieblas matinales y al cambio al riego por goteo".
Cultivo de patatas en el sur de España. En términos de precio, el producto de exportación español es algo más caro que el egipcio y se sitúa aproximadamente al mismo nivel que el israelí.
La exportación pierde terreno a favor del mercado nacional
Debido a la falta de posibilidades de riego, se ha reducido la superficie dedicada al cultivo de patata temprana en la zona de Sevilla. Según Kolmhofer, esto afecta sobre todo a las zonas tempranas del sur de Sevilla, que apenas disponen de pozos. "Sin embargo, las plantas ya casi han compensado el déficit gracias a la mayor tardanza y a unas condiciones meteorológicas ideales, y las existencias están a niveles óptimos. Además, en los últimos años hemos observado un cambio notable en el cultivo de patata temprana, pasándose de las denominadas variedades de exportación a otras pensadas para el mercado doméstico español", afirma el comerciante de patatas, hablando sobre la creciente importancia del mercado nacional.
"Debido a varios factores, como los precios fijos, la seguridad de las ventas, la mayor facilidad para llevar a cabo reclamaciones (análisis y certificaciones) y al uso de variedades de mayor rendimiento, el mercado español es ahora más atractivo para muchos productores de patata. Sencillamente, no todos son capaces de satisfacer las demandas de los retailers alemanes y centroeuropeos".
Kolmhofer dice que la superficie relativamente pequeña que se iba a despejar en abril sufrió daños por heladas y que algunos tubérculos tuvieron que replantarse. Si las condiciones meteorológicas se mantienen estables, indica, se espera poder empezar en las principales zonas con producción estable de cara a mediados o finales de mayo. "Al igual que en el resto de Europa, en España hay una alta demanda de producto bueno y lavable. Por el momento, se siguen utilizando volúmenes residuales de tubérculos de calidad razonable procedentes de Francia, complementados por patatas de invierno españolas a partir de finales de año y hasta marzo. Desde hace más de un mes, la empresa también se abastece activamente en el norte de África e Israel. Debería haber sitio para todos los orígenes en el negocio de la exportación", concluye Kolmhofer.
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Georg Kolmhofer
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