Parece que las condiciones meteorológicas en México van a retrasar parte de la producción de sandía. En el noroeste del país, la mayoría de la sandía se produce en Sonora. "El primer distrito que se pone en marcha es el Valle de Guaymas y allí van con retraso debido al frío de marzo", dice Scott Vandervoet, de Vandervoet & Associates, que añade que, en general, las temperaturas diurnas medias también han sido más frescas en esa región.
El siguiente es Hermosillo, que también va con retraso, pero no tanto. "Lo que preocupa es que se produzca más de un solapamiento en la producción este año. Son muchos quienes tratan de pasarse de un distrito al siguiente", indica. "No sé si este año vamos a tener esa transición tan fluida".
Dicho esto, la oferta es media ahora mismo, aunque la superficie se ha reducido este invierno tanto en Sonora como en Sinaloa. "Son varios los motivos, pero la inflación de insumos como el fertilizante, la mano de obra o el coste del flete influye", continúa Vandervoet, que estima que la superficie podría haberse reducido entre un 10 y un 20 por ciento.
Con la subida de las temperaturas en Norteamérica, el consumo de sandía crecerá. "Creo que llegaremos a un punto en que veremos crecer la oferta, y esperemos que la demanda acompañe", expresa. Comenta que el precio se ha mantenido estable para las sandías en torno a 0,30 dólares la libra en Nogales. "No es un mal precio para esta época del año y con los costes que comporta la producción. En los diferentes distritos productores, los costes cambian porque los rendimientos cambian, y también el coste para llevar el producto hasta el punto de envío aquí en Nogales. No obstante, ahora mismo el mercado es aceptable".
¿La nueva normalidad?
Con la sensación de que los altos costes de la producción podrían no desaparecer, aun con una reciente bajada leve de los costes del cartón (si bien continúan por encima de los niveles prepandemia), Vandervoet dice que el sector agrícola podría haber hecho la transición a una nueva normalidad, una en la que los productos se han vuelto más caros de cultivar.
No obstante, pese a que la posibilidad de una recesión todavía acecha, Vandervoet ve una señal económica positiva. "La gente se queja de que los costes han subido, pero no deja de consumir. Los restaurantes tendrán una fuerte demanda", opina. "Algunos sectores como el tecnológico han llevado a cabo despidos, pero no creo que nosotros hayamos entrado en ese escenario de recesión. Si lo hiciéramos, es cuando históricamente se producen cambios en el consumo, alejándose de la restauración y acercándose a los supermercados. Sin embargo, la gente continúa saliendo, lo cual es bueno".
De cara al mes próximo, todos los ojos están puestos en el tirón del fin de semana del Día de los Caídos; ese fin de semana es la segunda celebración donde más sandía se consume después del fin de semana del 4 de julio.
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Scott Vandervoet
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