Las previsiones de un recorte en la producción de sandía en Almería por la falta de agua que garantice su riego, y que Asaja cifró recientemente en 2.500 hectáreas, han hecho que en estas últimas semanas los agricultores valencianos aumenten la siembra de sandías, así como de melones, en comarcas como La Ribera, l'Horta y Baix Maestrat, según aseguran al diario Levante fuentes de AVA-Asaja y la Unió Llauradora.
En la Comunitat Valenciana hay más reservas de agua en los embalses respecto a otras regiones españolas –la cuenca del Xúquer, por ejemplo, está al 62% de su capacidad– que garantizan agua para la presente campaña. Sin embargo, AVA-Asaja reconoce que la escasez de lluvias en los últimos meses ya está comportando efectos muy negativos sobre la agricultura valenciana.
En el caso concreto de los cítricos, los costes de las explotaciones se han elevado notablemente por el aumento de frecuencia de los riegos de los campos, necesarios durante la primavera. "Las facturas energéticas se disparan y resultan hasta tres veces más caras que hace un año", lamentan desde La Unió. La floración de naranjos y mandarinos está siendo buena este mes, por lo que se espera una producción mayor respecto a la temporada pasada. "El problema es que si no llueve pronto habrá una posible reducción de los calibres", destacan desde la organización agraria.
Impacto en las hortalizas
La incertidumbre también empieza a cernirse entre los productores de algunas hortalizas como tomates, patatas o cebollas de la Comunitat Valenciana, quienes miran hacia el cielo esperando alguna señal que indique que los recursos hídricos que ahora están consumiendo se repondrán próximamente.
Además, las altas temperaturas están pasando factura a las alcachofas, cuya campaña concluirá en breve y lleva reduciendo la recolección y el calibre desde el pasado mes de marzo.
Fuente: levante-emv.com