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Entrevista al presidente de ProFood Mauro Salini (Italia)

Propuesta europea de reglamento sobre envases: para las frutas y hortalizas sería un desastre

Un amplio debate está en marcha en el sector del embalaje, abordando tanto el tema de los materiales utilizados como su eliminación y/o reciclaje. Lo hablamos con Mauro Salini, presidente de la asociación italiana ProFood que agrupa a 14 fabricantes de envases de plástico (también para el sector de las frutas y hortalizas), por un total de 1.500 millones de euros de facturación, 4.500 empleados y el 70% de la producción en Italia.

FreshPlaza (FP): Las frutas y hortalizas están en el punto de mira con respecto a su embalaje. ¿Qué opinas? 
Mauro Salini (MS): Estamos presenciando un ataque a los envases en general, y al embalaje para frutas y hortalizas en particular, especialmente a los materiales de plástico. Por un lado, están las campañas mediáticas (pero, ¿en qué medida están realmente vinculadas a las necesidades de los consumidores?) y, por otro lado, las acciones reglamentarias a nivel nacional y, sobre todo, a nivel europeo, que penalizan los envases para frutas y hortalizas, los de plástico en primer lugar. En concreto, la nueva propuesta europea de Reglamento de Envases y Residuos de Envases (PPWR por sus siglas en inglés) recoge, en el Anexo V de su artículo 22, la prohibición de todos los envases para frutas y hortalizas de capacidad inferior a 1,5 kg. (Es decir, por debajo de este peso, las frutas y hortalizas deberían comercializarse a granel, Nota del editor). 

En cuanto a los envases de plástico, la propuesta de la nueva normativa es casi paradójica, dado que nuestros productos ya cumplen con las características que otras partes del PPWR otorgan a los envases en términos de reciclabilidad y contenido reciclado.

Todo ello se produce justo cuando acaba de amainar el temporal de la pandemia, período en el que ha vuelto a cobrar importancia una de las funciones del packaging (salvaguardar la salubridad del producto y proteger la salud del consumidor).

FP: ¿Qué opinas de la propuesta de reglamento europeo PPWR?
MS: El reglamento PPWR propuesto tiene algunos méritos, aunque limitados a sus intenciones, y muchos defectos; en primer lugar, la probabilidad de que su aplicación conduzca a un fuerte aumento de los costes (¿y quién pagaría la factura finalmente?), con poco o ningún beneficio ambiental.

Pero los principales perjuicios afectarían a la cadena de suministro hortofrutícola, en toda su extensión: los productores agrícolas tendrían que revolucionar sus métodos de recolección y conservación y serían potencialmente objeto del crecimiento de disputas vinculadas al inevitable deterioro de los productos a granel; los transportistas y la logística en general se verían obligados a hacer frente a una duración media del producto condicionada por la ausencia de la protección que le otorgaba el embalaje; la distribución debe pasar de una gestión razonada del suministro de frutas y hortalizas, en parte a granel y en parte con embalaje, a un suministro a granel generalizado, con un aumento de los rechazos por variables incontrolables (por ejemplo, la mala educación de algunos consumidores en el punto de venta); y finalmente el propio consumidor europeo, puesto que la pregunta es en qué condiciones llegarían a su destino en Hamburgo, si se transportaran a granel, las fresas que se recogen en Huelva o en Basilicata.

Por esta razón, no solo Italia, sino todos los grandes países productores de frutas y hortalizas europeos y toda la cadena agroalimentaria debemos tomar una posición clara, contraria y decisiva con respecto al PPWR.

FP: ¿Existe un antagonismo entre el papel y el plástico?
MS: Uno de los pilares de nuestra comunicación, uno de los principios rectores de nuestra actividad investigadora y divulgativa, es este: no existen materiales o productos buenos o malos, solo comportamientos correctos o incorrectos. Cada material, en la inmensidad de los mercados, puede encontrar la aplicación ideal.

Precisamente el concepto comentado más arriba, que, en su furia destructora, no distingue entre materiales de envases desechables, demuestra que no debe haber una competencia entre diferentes materiales, sino una comparación razonada, basada en datos científicos, como los análisis de impacto del ciclo de vida, entre las cadenas de producción y distribución de productos "a granel" y "envasados".

Luego está claramente la competencia comercial entre diferentes productos y materiales, y el esfuerzo por seguir las tendencias (o quizás modas) y las (supuestas) necesidades de los consumidores: pero esto es otra cosa.

FP: ¿El plástico contamina? 
MS: Todos los plásticos son reciclables y el reciclaje de plástico está creciendo. Además, Italia ya es una excelencia europea en este campo.

Los envases para frutas y hortalizas no son una excepción, por el contrario, el reciclaje de las bandejas de PET y poliestireno expandido ha salido de la fase experimental y se está convirtiendo en un flujo importante entre los producidos por el sistema CoRePLa (Consorcio para la Recogida, Reciclado y Recuperación de Envases Plásticos). Por supuesto, los productos plásticos dispersos en el medio ambiente, y sobre todo en los océanos, son un problema. Pero, de nuevo, la cuestión no es el material sino el mal comportamiento, mucho más que la ausencia de medios y servicios de recogida, clasificación y reciclado, que están muy extendidos en Europa.

Además, no debemos olvidar las características de la cadena de distribución y los métodos de uso, casi exclusivamente en entornos cerrados y en todo caso centrados en una correcta gestión de los residuos, que reduzca el riesgo de dispersión de residuos en el medio ambiente.

FP: ¿Cómo han cambiado los envases para frutas y hortalizas en los últimos 10 años?
MS: El PET es hoy en día el principal plástico con el que se fabrican las cestas y bandejas para frutas y hortalizas. La difusión del PET permite el uso de cuotas crecientes de PET reciclado (mucho más allá de las hipótesis de la futura meta del PPWR).

Esto significa implementar proyectos de reciclaje en un "círculo cerrado" ("de bandeja a bandeja"), sin "retroceder" de materiales "nobles" a materiales menos "nobles". Nuestras empresas llevan mucho tiempo comprometidas con lo que ahora se denomina "ecodiseño". Reducir el peso de los envases con el mismo rendimiento y aumentar el rendimiento para garantizar la vida útil son dos áreas importantes de esta acción.

Por otro lado, se está produciendo en el mercado una transición del plástico al cartón: esto a raíz de las campañas mediáticas antiplástico, dado que no existen datos que indiquen un predominio claro y lineal, en términos de sostenibilidad ambiental, de un material sobre el otro.

FP: ¿Cómo se comparan actualmente los precios de los envases con los de antes de la COVID y antes de la guerra? 
MS: Imposible dar una sola respuesta, ya que hay demasiadas variables involucradas. Ciertamente, el impacto de los costes de electricidad también se sintió en la fabricación de estos productos. Un efecto beneficioso del aumento de costes, que sin duda se ha producido, es la mayor atención a evitar fenómenos de sobreenvasado, que, por otro lado, no están tan extendidos en la cadena de suministro de frutas y hortalizas. 

FP: Algunos datos sobre vuestra asociación: ¿cuánto hace que existe, quiénes la componen, qué finalidades tiene...? 
MS: ProFood es un grupo dentro de Confindustria, que reúne a 14 empresas italianas que producen envases de plástico para el sector agroalimentario. Las empresas asociadas a ProFood emplean a aproximadamente 4.500 trabajadores ubicados en 29 plantas de producción en Italia y en el extranjero, desarrollan una facturación de 1.500 millones de euros y representan más del 70% de la producción italiana en el sector. 

Fecha de publicación: