Una de las dificultades que se encuentran los procesadores de alimentos es elegir un congelador IQF (congelación rápida de manera individual) que sea tanto eficiente como económico, según Sana Rehman, directora de marketing Manager de OctoFrost, fabricante sueco de equipos IQF. "Este reto se ha complicado todavía más debido al reciente incremento de los precios de la energía, lo cual ha tenido implicaciones en la economía y las empresas de todo el mundo. Para hacer frente al creciente coste de la energía, los procesadores buscan tecnología IQF eficiente desde el punto de vista energético con el fin de reducir los costes de funcionamiento de sus equipos. En un congelador IQF de OctoFrost, son cinco los factores claves que afectan a la eficiencia energética: la aerodinámica, los ventiladores, la bandeja o la cinta transportadora, el diseño del serpentín y la carcasa, junto con el suelo radiante".
La aerodinámica, el estudio de cómo circula el aire alrededor de los objetos, tiene una gran influencia en la deshidratación del producto, lo que, a su vez, afecta al resultado congelado, explica Rehman. "Para resolver esto se puede usar una ecuación complicada que incluye la presión adecuada, la velocidad del aire, la temperatura, el diseño del congelador y el diseño del ventilador. El avance más importante en tecnología IQF, la fluidización, permite que el producto IQF actúe como un fluido y que se pueda manipular cuidadosamente para conservar su forma. La combinación apropiada contribuye a la fluidización. Unos tiempos de congelación más cortos también son resultado de una aerodinámica eficiente, lo cual minimiza la deshidratación y aumenta la capacidad del congelador".
Muchos de los congeladores de túnel IQF con frecuencia funcionan con los ventiladores a máxima capacidad, lo que puede provocar un consumo energético considerable y dañar el producto por exceso de aire. "El congelador IQF de OctoFrost, por el contrario, utiliza ventiladores axiales de paletas con velocidad ajustable. Esta personalización permite a los procesadores adaptar la velocidad de cada ventilador a las características concretas del producto, por lo que la necesidad de velocidad del ventilador, normalmente, no supera el 75% u 85%. Además, el diseño del ventilador permite un mejor control del flujo de aire, con lo que se puede ahorrar hasta un 30% de energía", afirma Rehman.
"La mayoría de los congeladores IQF tienen cintas transportadoras, lo cual incrementa la fricción del producto con la cinta y demanda más energía para mantener la capacidad de refrigeración. Por el contrario, nuestras bandejas están fabricadas con un grosor determinado y una distribución de agujeros que permiten alcanzar la fluidización deseada, cosa que se traduce en un menor consumo de energía y evita que el producto se adhiera a la bandeja", prosigue Rehman. "La cantidad de calor evacuado depende del tamaño del serpentín dentro del congelador IQF. Gracias a que el congelador de Octofrost tiene un serpentín más grande, los ventiladores pueden funcionar a velocidades menores sin impedir la fluidización y el efecto refrigerador deseado. Además, en comparación con otros congeladores, el serpentín tiene una zona frontal más grande, lo que prolonga el tiempo entre descongelaciones".
Por último, para evitar que el suelo se congele y dañe el equipo como resultado, los congeladores IQF tradicionales precisan de suelo radiante, pero Rehman explica que la línea OctoFrost no lo necesita. "El túnel de congelación IQF de OctoFrost está dotado de un cuerpo apoyado en unas patatas propias, lo que garantiza un estupendo aislamiento y elimina la necesidad de instalar suelo radiante. En conclusión, si los productores de alimentos quieren reducir el consumo de energía de sus equipos, deben comprar un congelador IQF eficiente desde el punto de vista energético".
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