La llegada a España del primer cargamento de kakis que exporta Paraguay a Europa, y que se suma a los envíos en contraestación que ya han hecho desde la región países como Perú o Uruguay, ha sido seguido con interés desde el sector español.
“Está empezando a haber más exportaciones desde Latinoamérica, nosotros mismos tenemos vistas algunas posibilidades de trabajar allí, pero por ahora los volúmenes son muy pequeños”, explica Fernando Martí, de Morondo. “Este aumento de la oferta de contraestación es muy positivo porque ayudará a aumentar el conocimiento sobre el kaki y va a incentivar el consumo, aunque es necesario recordar que el factor clave para que esto ocurra va a ser la condición con la que llegue la fruta”.
“Lo principal es que llegue al mercado con una buena calidad para que no nos perjudique a la campaña española de otoño, ya que el consumidor puede asociar esa mala calidad al producto en sí. Por eso, los importadores de kaki deberían de ser especialistas también en su exportación”.
“La experiencia que hemos adquirido en España en general, y en la Comunidad Valenciana en particular, desde el cultivo de la fruta a los procesos de conservación para su exportación aún no se tiene en otros orígenes, por lo que los importadores europeos y españoles deben asesorar a los exportadores de los países de origen para garantizar la calidad de la fruta que va a recibir el mercado”, señala el director comercial de Morondo. La compañía es, de hecho, una de las empresas valencianas referentes en la producción de kaki, especialista en su exportación, que trabaja regular y exitosamente con destinos de ultramar como Canadá, Emiratos Árabes, Hong Kong o Malasia. “También hay que defender un buen precio”, remarca, “y más en las importaciones, en este caso de Paraguay, con unos costes de transporte elevados. Pero un gran precio solo puede ir acompañado de una gran calidad, como sabemos en Morondo”.
Cabe recordar que España es el mayor exportador mundial de kakis, duplicando en cifras de negocio al siguiente país de la lista, Azerbaiyán, y es el proveedor líder en Europa. En 2021, el 90% de las importaciones de kaki de los países de la UE provino de los campos españoles, lo que da no solo una idea de la elevada estacionalidad asociada a su consumo, sino del potencial y la exclusividad que aún existe en el mercado en el periodo de contraestación.
“Un factor que habrá que ver es cómo va a actuar el consumidor frente al kaki en el periodo de primavera/verano”, puntualiza Fernando. Y es que los 250.000 kilos exportados por Paraguay llegarán al mercado en pleno inicio de las temporadas de la fruta de hueso y de la sandía y el melón, con los que tendrá que competir.
“Nosotros en Morondo, de hecho, ya hemos comenzado con la temporada de fruta de hueso. Somos especialistas en kaki, pero también en fruta de hueso, con la que llevamos trabajando 30 años, produciendo tanto en Murcia como en la Comunidad Valenciana”.
“Este año hay cierta merma en la producción temprana, sobre todo en los cultivos de la parte de Murcia, pero esperamos una fruta de buena calidad con la que vamos a poder suministrar a todos nuestros clientes mayoristas y cadenas de supermercados de toda Europa”.
“Ya hemos empezado con los paraguayos y con los albaricoques, que es nuestra gran apuesta en fruta de hueso, con los que estamos trabajando con variedades de vanguardia con unos estándares de calidad y sabor cada vez más elevados”.
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