Esta es una nueva preocupación que se ha generado en el campo tras la proliferación de los cañones antigranizo en zonas de la Vega del Segura y del Altiplano en plena sequía. Y es que según indicó Pedro García, presidente de Coag en Jumilla, los agricultores de secano acusan a estos dispositivos de ondas de choque de “neutralizar las tormentas” y a la Confederación Hidrográfica del Segura de “no establecer un control y permitir que se instalen cada vez más equipos”.
Junto a representantes de Asaja y UPA estuvo presente ayer en una reunión en esta localidad “para informar y coordinar una respuesta que nos permita actuar y exigir a la CHS que ponga orden en la utilización indiscriminada de estos dispositivos”. García remarcó que “estando en una situación de grave sequía como en la que nos encontramos, nadie entiende que se usen estos sistemas en todos los casos, sin control alguno, dando igual si es una nube perjudicial o no”.
Estos cañones se están instalando en tierras de regadíos de fruta de hueso de la Vega Alta y también en el término municipal de Jumilla para plantaciones de pera y otros frutales. En la zona de Cieza ya se contabilizan cerca de una decena en parajes como el Horno, la Cañada del Judío o la Carrichosa, según confirmó el presidente de Coag en la Vega Alta, Miguel Ángel Piñera.
Sin embargo, fuentes de la CHS señalaron que este organismo “no ha concedido ni una sola licencia para este fin, ya que ni si quiera existe una legislación clara al respecto”. Por ello, las mismas fuentes descartaron que las vayan a otorgar en el futuro y animaron a posibles damnificados “a que denuncien ante el Seprona de la Guardia Civil si se consideran perjudicados por su uso”. Pero, ¿realmente neutralizan las tormentas?
Pese al temor de estos agricultores, los meteorólogos insisten en desmentir que estos dispositivos sean efectivos y puedan ahuyentar las nubes. La Organización Meteorológica Mundial y la propia Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) vienen desmintiendo desde hace años la efectividad de estos sistemas, y puntualizan que se precisaría de mucha más potencia y energía de la que, hoy por hoy, proporcionan estos cañones para modificar las nubes y las precipitaciones, y “ni siquiera así estaría demostrado que pudiera hacerse”, indican desde la Aemet.
Fuente: laverdad.es