Productores, y también consumidores, han podido comprobar cómo se ha disparado el precio de un alimento tan básico como la cebolla. Durante el 2022, su precio fue de hecho el que lideró la subida del coste en origen del grupo de las frutas y las verduras, con un alza del 238% debido al incremento de los costes de producción, a una reducción de las hectáreas plantadas y el descenso del rendimiento de producción debido al clima.
Y en 2023, durante la semana 15 del año, la cebolla llegó a alcanzar los 1,3 euros en el mercado de origen, una cifra muy alejada de los 0,2 euros que el precio que registraba en la misma semana del pasado año.
Las estimaciones que maneja el sector apuntan a que “es muy probable” que se mantengan estas cotizaciones, ya que, según ha aclarado a Efeagro la responsable de la cebolla en la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Carmen Camacho, “hay pocas cebollas” por la sequía. La falta es tal que “hay explotaciones que han tenido que dejar de recolectar porque no han tenido agua”, ha subrayado en declaraciones, a la vez que ha apuntado que “esto provoca que la producción sea nula”.
La escasez de agua ha hecho que haya caído la superficie de cultivo en el país un 40% con la consecuente caída de la producción.
En cuanto al comercio exterior, los últimos datos de Agricultura muestran un retroceso de las ventas al exterior durante la campaña 2021/2022 del 14% con respecto a la media de las campañas 2016/2017 y 2020/2021, y los principales países compradores son Francia y Alemania.
Fuente: efeagro.com