Si los tipos de cambio fluctúan bruscamente, iBanFirst recibe más llamadas. "Suelen dominar dos emociones: el miedo y la codicia", señala el experto en divisas Joost Derks. Aconseja a las pymes que no se arriesguen a convertirse en víctimas de sus propias emociones. "A muchas empresas les gusta confiar en su instinto, pero eso suele salir mal. Es mejor llegar a acuerdos con uno mismo y ser consecuente, y no dejarse llevar por la emoción del momento".
"El miedo suele tirar más fuerte que la codicia. Cuando el precio no evoluciona como uno desea, y los márgenes bajan, a menudo vemos empresas paralizadas por el miedo tras haber llevado a cabo una acción determinada a sabiendas de que suponía un riesgo", prosigue Joost.
"Ahora, por ejemplo, el dólar está más débil, así que la estrategia más común es la de esperar y ver qué pasa. Se trata de un pensamiento muy humano. Esa es la razón por la que a menudo preguntamos de antemano a qué nivel está satisfecho un cliente. Siempre se puede querer más, pero tampoco puedes olvidar sacar provecho de una situación y arrepentirte después. Nuestro consejo a las empresas es que sepan identificar bien los riesgos y que sean conscientes de qué riesgos pueden y quieren asumir como empresa. De salida, se persigue siempre limitar el riesgo negativo y no descartar el positivo".
"Nadie puede predecir el tipo de cambio. Como mucho, se puede tener una idea de las tendencias, pero eso no ofrece ninguna garantía. En iBanFirst, trabajamos junto al cliente para dar con la solución más conveniente. Para ello, formulamos preguntas críticas y escuchamos atentamente al cliente para determinar cuáles son sus necesidades. Sobre esa base, diseñamos una serie de estrategias de cobertura adaptadas al cliente. Al fin y al cabo, las decisiones que toma una persona son siempre muy personales".
En menos de una década, iBanFirst se ha convertido en un socio fiable para pequeñas y medianas empresas (pymes) que operan a escala transfronteriza, combinando una plataforma de pagos con el apoyo de expertos en divisas. Gracias a iBanFirst, ejecutivos y equipos financieros tienen la capacidad de acceder directamente a los mercados de divisas, mantener, cobrar y enviar dinero en más de 30 divisas, así como desarrollar estrategias de cobertura personalizadas. "Las soluciones que ofrecemos no son complicadas y constan siempre de productos comprensibles. A través de nuestra plataforma, procesamos cada mes transacciones valoradas en más de 1.400 millones de euros. En Europa, operamos en 10 países diferentes. Eso hace que sea interesante para las empresas abrir una cuenta con iBanFirst, ya que el dinero está al momento en su cuenta".
"El sector hortofrutícola se caracteriza por trabajar con plazos cortos. También vemos interés por parte de empresas hortofrutícolas que tienen contratos a más largo plazo con minoristas ingleses, por ejemplo. Eso hace que sea interesante considerar firmar un contrato forward dinámico".
"Otra opción interesante que podemos ofrecer es un contrato forward flexible. Es interesante, por ejemplo, para las empresas que saben que necesitan dólares o libras en un plazo de cuatro a ocho semanas, pero aún no saben exactamente cuándo tienen que pagarlos o recibirlos. Pueden comprometerse con un forward flexible para dicho periodo", afirma Joost.
Seguimiento de pagos
Un servicio que iBanFirst ofrece en su plataforma es el seguimiento de pagos, que hace uso de una tecnología para rastrear todos los pagos al extranjero. "Es una especie de track-and-trace como el que ofrece DHL para sus envíos, pero para comprobar el estatus exacto de tu pago internacional", explica Joost. "Por ejemplo, se puede comprobar que el pago ya se ha realizado, pero aún no lo ha abonado el banco del beneficiario. Los clientes suelen utilizar esta información para compartirla con su proveedor. Esto solidifica la confianza y aporta transparencia a las operaciones de pago".
"Comprobamos de antemano a dónde va o de dónde viene cada pago. Cuando las empresas añaden a un nuevo beneficiario, primero se comprueba la contraparte. En la plataforma se puede requerir varios pasos de autorización, el llamado principio de los cuatro ojos, que siempre requiere dos o tres personas para realizar un pago. Si, por ejemplo, hay un cambio en los datos de la cuenta, los datos antiguos deben borrarse antes de introducir los nuevos. Esto se notifica a la persona de la organización con mayor autoridad. Solo cuando todo está aprobado pueden efectuarse los pagos. El fraude por correo electrónico está a la orden del día y nunca se puede ser demasiado precavido", concluye Joost.
Para más información:
Joost Derks
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