Mientras que la sequía ocupa el centro de las preocupaciones del sector de la fruta de hueso para la temporada 2023, Anthony Oboussier, productor de cerezas, albaricoques, melocotones, nectarinas y kiwis en la región francesa de Drôme, ha visto su cosecha gravemente afectada por el exceso de lluvia. "Desde principios de mayo, hemos recibido entre 70 y 80 mm de lluvia, lo que ha repercutido directamente en la calidad de las frutas. En cuanto a las cerezas, debería haber empezado a recogerlas la semana pasada. Sin embargo, el exceso de agua al llegar a la madurez las ha reventado, hasta el punto de que ya no se pueden vender". Esta situación contrasta fuertemente con la del año pasado, cuando el tiempo cálido y seco previo a la cosecha hizo que la fruta fuera de excelente calidad en las mismas fechas". 
El exceso de agua, el granizo y las bajas temperaturas afectan a los huertos
Por desgracia, el exceso de agua no es el único problema climático que afecta actualmente a los huertos. "Esta mañana ha vuelto a llover, y faltan unos 10 grados más para que la fruta madure correctamente. En estos momentos, además, estamos siendo azotados por tormentas eléctricas que no solo traen agua, sino también granizo. La semana pasada, el lunes por la noche, entre las 23:00 y las 24:00, tuvimos una gran tormenta de granizo que afectó al 30% de nuestros huertos, los que no estaban protegidos por mallas antigranizo. Esto significa que un porcentaje adicional de la cosecha se degradará y no se podrá vender". 
Amenazado el inicio de la cosecha de albaricoques
Aunque este exceso de agua ha sido muy perjudicial para la cosecha temprana de cerezas, también está amenazando a la de albaricoques: "En realidad, hemos tenido mucha agua en un momento en que se necesita muy poca para garantizar una fruta de buena calidad. En una semana han caído 40 mm, que es muchísimo. Estamos empezando a cosechar variedades muy precoces de albaricoque, y se temen problemas de calidad relacionados con el deterioro de la piel".
Una gestión inteligente del agua que ahorra dinero
Para adaptarse tanto a este exceso de agua como a la falta de agua, otra situación extrema especialmente temida, Anthony ha querido apoyarse en herramientas de ayuda a la decisión que le permitan ajustar lo mejor posible el suministro de agua a los huertos. "Desde 2019, he empezado a equiparme con sondas tensiométricas conectadas que coloco en las parcelas para conocer en todo momento la higrometría del suelo. Este año, solo he regado una vez, a razón de 20 mm, a principios de mayo, cuando los árboles realmente lo necesitaban. Alrededor de la explotación, el riego ya llevaba semanas en marcha. No cabe duda de que es una inversión (aunque pequeña, gracias a las ayudas gubernamentales y regionales, que nos animan a invertir en este tipo de equipos subvencionando las instalaciones en un 30-50%), pero que se amortiza rápidamente en ahorro de agua". 
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Anthony Oboussier
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