La campaña española del kiwi se ha desarrollado positivamente. Como explica el presidente de la Asociación de Kiwicultores de Asturias, Rafael Olivo, ha habido un poco menos de producción que el año anterior, pero se espera que la cosecha de las aproximadas 1.800 hectáreas plantadas en el territorio nacional se sitúe en torno a las 27.000 toneladas. En cuanto a los precios, se han mantenido e incluso se han elevado respecto a la campaña anterior, “sobre todo el del kiwi asturiano, que está muy bien valorado y va a la cabeza en cuanto a precio de mercado. Puede estar hasta un 10-20% por encima del precio del producto nacional”, recuerda Rafael.
“Es cierto que la comercialización comenzó lenta en enero y febrero, al principio de la campaña, debido a la bajada que se ha producido en el consumo y a la inflación; pero estos últimos tres meses las ventas han ido muy bien tanto para el kiwi verde como para el amarillo”.
Las propias características del kiwi, una fruta “muy completa tanto a nivel organoléptico como nutricional, al ser fuente de fibra y vitaminas”, así como por la estabilidad de sus precios, hace que el mercado del kiwi sea muy estable y que, en este momento de bajada generalizada del consumo, se haya mantenido. “Esta temporada, además, ha habido otros factores externos que han favorecido. Por un lado, Chile tuvo menos producción y los precios en origen estuvieron muy altos, por lo que, ante esos precios, el mercado se reprimió un poco y, en general, ha estado más liberado. Por otro lado, Nueva Zelanda también está teniendo una menor cosecha; se estima que en verde va a producir unas 50.000 toneladas menos, y la caída de la producción de kiwi amarillo también será elevada”.
“Además, el kiwi de Nueva Zelanda ha llegado más tarde al mercado, por lo que los menores volúmenes y ese retraso han hecho que no se haya producido un cambio dramático del hemisferio norte al hemisferio sur, y que se haya seguido trabajando con el kiwi español mientras iba entrando el kiwi chileno y neozelandés”.
“En España solo hay unas 120 hectáreas de kiwi amarillo, y este año en Asturias se van a plantar más de 60 nuevas”
El sector del kiwi asturiano, cuyo cultivo se concentra en el Bajo Nalón, está trabajando en estos momentos en poner en valor las características diferenciadoras que le otorga a la fruta el territorio en el que se cultiva y, liderado por la Asociación de Kiwicultores de Asturias, se encuentra gestando las bases de lo que será la futura IGP para el kiwi asturiano. “De hecho, ya estamos elaborando el pliego de condiciones exigido para solicitar la IGP. Sabemos que será un proceso largo, pero contamos con todo el apoyo de la kiwicultura asturiana y, muy importante, de las administraciones; tanto de la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial como de la directora general de Desarrollo Rural y Agroalimentación del Principado”.
Asturias es la segunda mayor región productora de kiwis en España, solo detrás de Galicia, y los últimos desarrollos de la industria asturiana apuntan en una dirección clara. “Mientras en Galicia hay una gran apuesta por el kiwi verde, en general en Asturias todos los nuevos proyectos de plantación que se están haciendo son de kiwi amarillo”.
“Es más”, añade Rafael Olivo, “de las casi 1.800 hectáreas de kiwi que hay en España, solo unas 120 son de kiwi amarillo, y para este año en Asturias se van a plantar más de 60 hectáreas nuevas”.
Para más información:
Rafael Olivo
Presidente de la Asociación de Kiwicultores de Asturias
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